Camino de Venezuela, con la solidaridad de toda la diócesis de Astorga
- On 21 de junio de 2023
OMPRESS-VENEZUELA (21-06-23) La hermana Sonsoles Estébanez, natural de Astorga, pertenece a la congregación de las Hermanitas de los Pobres de Maiquetía, y lleva 50 años en Venezuela trabajando con enfermos y ancianos. Su comunidad atiende a una treintena de ancianas y alimenta a más de cien personas en pobreza que acuden cada día buscando una comida caliente. El pasado 13 de junio volvía a Venezuela, tras pasar unos días en su diócesis de Astorga, ella y una colaboradora, Lali. “Estas mujeres no vienen a España a ‘descansar’, porque no paran, vienen a pedir ayuda”, explicaba la Delegación de Misiones de Astorga. “Ayuda para los ancianos desamparados de sus cinco residencias, ayuda para los niños de la calle que viven en situación de desamparo o de dura pobreza… y rezan, y evangelizan, en parroquias y con su ejemplo”, añadían.
“Esta vez, nuevamente, han recibido la colaboración de quienes las conocemos, porque lo merecen y porque es labor de todos ayudar a los que por desgracia viven peor que nosotros”. Contaba la delegación que el hospital del Bierzo con la directora del complejo a la cabeza y algún centro de salud de la diócesis les hizo llegar excedentes de medicamentos y material quirúrgico, farmacias en La Bañeza y Ponferrada también les hicieron llegar medicamentos, otros ropa para niños… “La vez anterior necesitaban esto mismo… y calzado. Algunos ancianos no tenían ni un par de zapatos que ponerse… no nos cansaremos de repetirlo evangelización y caridad han de ir de la mano. Nosotros no podemos hacer mucho más pero nuestros diocesanos, vosotros, sí. Todos somos misioneros, entre todos hacemos misión. Y no nos cansaremos de repetirlo Caridad y Misión han de ir de la mano”.
Y concluían desde la delegación de misiones: “Deseamos un buen regreso a Sonsoles y a Lali. Que el Señor les ayude a seguir con su magnífica tarea; nosotros desde aquí rezaremos por ellas y por todos nuestros misioneros, para que el Señor les dé fuerza para seguir con su maravillosa misión y también por nosotros, por el mismo motivo, porque salir de nuestra zona de confort y hacer misión en nuestras periferias cada día se hace más difícil”.