Arturo Javier García, rector del seminario de Santo Tomás de Villanueva de Valencia
- On 27 de septiembre de 2022
OMPRESS-VALENCIA (27-09-22) El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, confiaba esta responsabilidad en la formación de los futuros sacerdotes de la archidiócesis al delegado de misiones y director diocesano de las Obras Misionales Pontificias, Arturo Javier García Pérez.
Sustituye en el cargo a José Máximo Lledó, que ha sido rector del Seminario de Santo Tomás de Villanueva desde el año 2003. Esta nueva responsabilidad la afronta “como un reto, una oportunidad y un honor porque, además, fui colegial del Seminario de Santo Tomás de Villanueva, por ello todo mi agradecimiento al Arzobispo por su confianza”, subraya Arturo J. García a los medios del arzobispado valenciano. “Llevo seis años en el Seminario de Moncada como director espiritual, responsabilidad que ya no ejerzo. Con el nuevo cargo de rector del Seminario Santo Tomás, sigo al servicio de los seminaristas también. Confío en Dios porque siempre me acompaña donde voy”, señala.
Arturo Javier ejerce ya como rector del Seminario desde la semana pasada y el próximo 20 de noviembre, víspera de la fiesta de la Presentación de Nuestra Señora en el Templo, realizará el juramento del cargo.
Santo Tomás de Villanueva, Arzobispo de Valencia de 1544 a 1555, fundó en 1550 el “Colegio Mayor de la Presentación de la Bienaventurada Virgen María en el Templo”. Es uno de los seminarios más antiguos del mundo y “está en Valencia porque santo Tomás de Villanueva, que fue agustino, se dio cuenta que a los sacerdotes, y a los aspirantes a serlo, les faltaba vivir en comunidad. Y también para dar becas a los candidatos a sacerdotes que eran muy válidos pero no podían pagarse los estudios. Por eso el Seminario está al lado de la Universidad, para tener un clero santo y formado”, explica.
Respecto a las vocaciones sacerdotales, el nuevo rector considera que “son un verdadero milagro. El año pasado entraron en el Seminario de Santo Tomás 12 seminaristas, de los cuales 11 continúan este año. Y este año se han incorporado 8 al curso propedéutico y otros 4, a otros cursos. Cada vocación es sorprendente porque en el camino tienen muchas dificultades. En su entorno hay quien piensa que tiran su vida por la borda y es todo lo contrario: van a guardarla y disfrutarla mucho”, precisa.
En la misma línea, “en muchas ocasiones se trata de vocaciones tempranas: uno de cada cuatro seminaristas del Seminario Mayor ha pasado por el Menor o ha estado en él una temporada larga”, asegura.
Por último, como delegado de Misiones incide en la necesidad de nuevos misioneros y en la importancia del espíritu misionero en la formación de los seminaristas. “Hacen falta misioneros en muchos lugares. Por ejemplo, en los vicariatos peruanos de Requena y San José del Amazonas, con los que colabora nuestra Archidiócesis desde 2017”, recuerda Arturo J. García. Y anima “a todos, también a los seminaristas que son los futuros sacerdotes, a valorar la misión y rezar por los misioneros”.
Aunque nació en Alicante en 1967, el nuevo rector y su familia proceden de la localidad valenciana de Jarafuel. Tras su ordenación sacerdotal en Valencia en 1995 estuvo tres meses en San Carlos Borromeo de Albal y Santa Bárbara de Beniparrell.
Posteriormente, su primer destino definitivo fue Torrebaja y siete pueblos más en el Rincón de Ademuz: Castielfabib, Los Santos, Cuesta del Rato, Torre Alta, Sesga, Más de Jacinto y Arroyo Cerezo, donde estuvo siete años, de 1995 a 2002. Allí también fue arcipreste y profesor de Religión, en el instituto Virgen de la Huerta en Ademuz y en los colegios de Primaria de Castielfabib y Torrebaja. Su siguiente destino fue como párroco en Villar del Arzobispo, durante seis años en los que, además, ejerció como arcipreste y profesor en el instituto. Después estuvo ocho años como párroco de Turís. En 2011 fue nombrado delegado diocesano de Misiones y en 2015, presidente de la Fundación Ad Gentes del Arzobispado. Desde el año 2016 ejerce como director espiritual del Seminario Mayor La Inmaculada, en Moncada.