Agradecimiento y admiración a todos nuestros misioneros y misioneras

  • On 8 de octubre de 2025

OMPRESS-SANTIAGO DE COMPOSTELA (8-10-25) El ejemplo de quienes han partido a llevar el Evangelio a otras tierras, los misioneros y misioneras, es lo que propone Mons. Francisco José Prieto Fernández, Arzobispo de Santiago de Compostela, en su carta para el Domund de este próximo 19 de octubre.

“Queridos hermanos en el Señor: En el corazón de este tiempo y en la vida de los pueblos, ‘el Señor Jesús continúa su ministerio de esperanza para la humanidad por medio de sus discípulos, enviados a todos los pueblos y acompañados místicamente por Él’. De ahí brota la renovada vocación de ser mensajeros, constructores y signos de la esperanza, siguiendo las huellas de Cristo, que es la esperanza que no declina ni defrauda (cf. Rom 5, 5), tal como estamos celebrando en este Jubileo Romano 2025.

El Domingo Mundial de las Misiones, y en el marco de esta nueva etapa evangelizadora, nos convoca y urge a ser, animados por el don del Espíritu y renovados por la espiritualidad pascual, artesanos de esperanza y sanación con aquel mismo estilo del corazón compasivo del Señor: un mundo herido por la violencia y la injusticia precisa escuchar y acoger el mensaje evangélico del amor de Dios y experimentar el poder reconciliador y salvador de la gracia de Cristo. Como recordaba el papa León XIV en la Misa de inicio del Pontificado (18 de mayo de 2025), estamos llamados a ser ‘una Iglesia misionera, que abre los brazos al mundo, que anuncia la Palabra y que se convierte en fermento de concordia para la humanidad’. Y será posible si tenemos un corazón orante, porque ‘la persona que espera es una persona que reza’ (cardenal Van Thuan): orar es la primera acción misionera y, al mismo tiempo, la primera fuerza de la esperanza.

En nombre de nuestra Iglesia diocesana de Santiago de Compostela quiero hacer llegar el agradecimiento y admiración a todos nuestros misioneros y misioneras que, siguiendo la llamada del Maestro, han ido a otras naciones para dar a conocer el amor de Dios en Cristo. Vuestras vidas son la respuesta concreta al mandato de Cristo resucitado, que nos ha enviado a evangelizar (cf. Mt 28, 18-20). Con vuestro testimonio, nos mostráis la vocación universal de los bautizados a ser, con la fuerza del Espíritu Santo y el compromiso cotidiano, misioneros de esa inmensa esperanza que nos viene de Jesús.

Que la Virgen María, Reina de las misiones, y el Apóstol Santiago, amigo del Señor, nos alienten a ser misioneros de la esperanza cristiana para todos los hombres y mujeres de este tiempo y a ser testigos fieles de este anuncio allí donde estemos”.

Comparte esta noticia en: