OMPRESS-BURUNDI (29-05-24) El próximo 6 de enero de 2025, la Obra Pontificia de la Infancia Misionera llevará ya 50 años en Burundi. Extendida en parroquias y comunidades hace que el lema los “niños ayudan a los niños”, hace más de 180 años se haga realidad también en este pequeño país de África. Esta Obra, la de la Infancia Misionera, no nació simplemente como una organización asistencial de adultos que, adelantándose a otras iniciativas muy laudables, dieran sumas a favor de los niños desfavorecidos. Se implicaba directamente a los niños. Debían comprometerse a rezar un avemaría diario y aportar una pequeña moneda mensual, fruto de una renuncia, para ayudar a otros niños.

La Obra de la Santa Infancia, hoy Obra Pontificia de la Infancia Misionera, fue fundada por Monseñor Charles de Forbin-Janson en 1843 en Francia. Obispo de Nancy y misionero en Estados Unidos y Canadá, la fundó para ayudar a los niños de China que vivían situaciones deplorables. Desde entonces se ha extendido a todo el mundo como un verdadero cauce a la misión para los más pequeños.

En Burundi la Infancia Misionera nació el 6 de enero de 1975, día de la Epifanía, en lo que actualmente es la archidiócesis de Bujumbura, por iniciativa del que era entonces su obispo Monseñor Michel Ntuyahaga. Diez años después la Obra ya se había extendido a todas las diócesis del país. Y en Burundi, la Obra de la Infancia Misionera sigue con el mismo espíritu que la inspiró y que movió a tantos niños franceses de su época – entre ellos la futura patrona de las misiones, Santa Teresa del Niño Jesús – a sumarse a la misma. A pesar de las muchas necesidades del país los niños de Burundi aportaron el año pasado 26.250 dólares, fruto de su generosidad, que se sumaron al fondo universal de Infancia Misionera en la que todos colaboran, según sus posibilidades.

El pasado 6 de enero en la Epifanía de este año 2024, se celebró la apertura de su 50 aniversario. Un Jubileo de Oro al que asistió la hermana Roberta Tremarelli, la actual secretaria general de la Infancia Misionera. El jubileo se cerrará en vísperas de la Epifanía de 2025, el sábado 4 de enero próximo. Durante este año se busca afianzar una realidad ya viva, que en todas las parroquias burundesas existen grupos de Infancia Misionera. Los animadores de esta Obra no son otros que los sacerdotes, religiosos, catequistas o laicos cristianos que se dedican a la educación cristiana y misionera de los niños.

Una de las actividades que realizan es el convertirse en “cantantes de la estrella”, actividad que se desarrolla especialmente en torno a la Epifanía. Durante este período, los niños de los grupos de la Infancia Misionera, acompañados de sus catequistas y tutores, con sus cantos anuncian casa por casa la Buena Nueva del nacimiento del Salvador. Es una actividad que está en el calendario de todas las parroquias y el número de niños que se unen aumenta año tras año.