OMPRESS-COLOMBIA (14-07-23) La Iglesia de Colombia quiere celebrar el impulso misionero llevado a cabo en un siglo, desde que se celebrara el primer Congreso Nacional Misionero en 1924, y para ello quiere celebrar un centenario misionero. Una forma de tener muy presentes a los valientes hombres y mujeres que han dedicado sus vidas al anuncio del Evangelio.

Como lanzamiento de este especial centenario la Iglesia colombiana ha celebrado diversos encuentros y congresos. El último, del 23 al 25 de junio, en la ciudad de Cartagena, reunió a más de 250 representantes de las provincias eclesiásticas de Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga y Nueva Pamplona, encabezados por sus arzobispos y obispos. Un encuentro que concluyó con una solemne Eucaristía de envío misionero, celebrada en el Santuario de Santa María Bernarda Bütler y presidida por el arzobispo de Cartagena, Mons. Francisco Javier Múnera Correa.

El centenario tendrá como lema “En la Iglesia misionera, Colombia de primera”. El padre Samir García Valencia, director del Centro Nacional Misionero y encargado de las Obras Misionales Pontificias de Colombia, las dos instituciones que promueven este centenario, se refirió a este último congreso regional, desarrollado a través de ponencias, talleres y momentos de adoración, como “una eclosión y el inicio de un camino misionero muy significativo en Colombia”. Con él se han acumulado fuerzas para lanzar con ímpetu esta gran tarea misionera que tendrá como tema “Testigos de la fe; pregoneros de la gracia”. Añadía que las diócesis de Colombia se han comprometido “a comenzar este camino de preparación centenaria, a vivirlo, a celebrarlo, a hacerlo presente en sus jurisdicciones y a unirse a nivel nacional para celebrar todos juntos en la Iglesia colombiana”.

El director del Centro Nacional Misionero de la Conferencia Episcopal de Colombia ha explicado también que esta gran celebración está marcada por el impulso y legado del primer congreso celebrado en 1924. En aquel congreso hubo un fuerte impulso misionero al que se sumaron “grandes hombres y mujeres de una enorme valentía y una férrea decisión frente al anuncio del Evangelio, como lo fueron, por ejemplo, la Santa Madre Laura, el Venerable Miguel Ángel Builes, el Beato Padre Marianito, los beatos mártires hospitalarios, el Beato Pedro María Ramírez, el Beato Jesús Emilio Jaramillo Monsalve, la Beata María Berenice Duque Hencker y muchos otros que, bien conocidos o permaneciendo en el anonimato, han hecho que el Evangelio continúe dando frutos para bien de la humanidad y salvación de las almas”.