OMPRESS-BOLIVIA (5-05-23) Fue un 3 de mayo de 1823. Aquel día llegaron a la región de los Guarayos cuatro hermanos franciscanos. Y eso es lo que han celebrado por todo lo alto este pueblo de Bolivia, que el 3 de mayo organizaban festejos con música, danzas y una solemne Eucaristía.

Los cuatro hermanos menores eran Fray Francisco Lacueva, Fray Gregorio Quintana, Fray Mariano Rocamora y el hermano lego Fray Blas. Fueron enviados desde el Convento franciscano de Tarata, a más de 500 kilómetros de distancia de la región. Iban a ayudar en la obra de evangelización de Gregorio Salvatierra, anciano sacerdote diocesano cruceño. El territorio al que llegaron aquellos misioneros estaba ocupado por el grupo étnico-cultural Guarayo, y estaba regado por los ríos Blanco y San Miguel-Sapocós, una zona caracterizada por la presencia de ríos y riachuelos, lagunas y curiches o pequeñas lagunas situadas en las partes umbrías del monte. Los Guarayos eran un pueblo indígena guaraní, y desde aquel momento los franciscanos se volcaron con este pueblo y recibieron cariño y acogida.

La conmemoración de este acontecimiento ha tenido lugar en Ascensión de los Guarayos, la capital de esta provincia boliviana desde el martes 2 de mayo. Los festejos comenzaron ese día con el encuentro de los caciques de los seis pueblos Guarayos. Ha tenido lugar una salve y procesión y una misa, amenizada por el coro y orquesta de Urubichá. En la plaza de José Gregorio Salvatierra, que lleva el nombre del sacerdote misionero, se escuchó el ritmo de la música de la serenata, con violines interpretando chobenas, carnavales y taquiraris. El miércoles la Eucaristía fue oficiada por Mons. Bonifacio Antonio Reimann Panic, obispo del Vicariato Apostólico de Ñuflo de Chávez, y como aquellos primeros misioneros, él también franciscano. Se trata de una fiesta que el Concejo Municipal de Ascensión de Guarayos adoptó el año pasado, con el nombre de la “llegada”, para recordar a aquellos primeros misioneros.