San Francisco Javier, el misionero que surcaba los mares

San Francisco Javier, el misionero que surcaba los mares

  • On 3 de diciembre de 2021

La vida de san Francisco Javier es la bomba y, si eres un pequeño misionero, has de conocerla.

San Francisco Javier nació en un castillo –en Navarra, España- así que podría haber sido guerrero como su padre y sus hermanos, o disfrutar de la riqueza en aquel castillo de la familia. Pero Javier prefirió estudiar y a los 19 años se marchó a la Universidad de París.

Como los estudios se le daban muy bien se volvió un poco vanidoso y además, como le gustaba divertirse, se rodeó de compañeros no muy aconsejables… Menos mal que también se hizo amigo de Ignacio de Loyola, otro estudiante inteligente y bueno que le mostró una nueva forma de vivir.

Javier e Ignacio acabaron siendo tan amigos que, cuando Ignacio quiso ser sacerdote, en Javier se despertó el deseo de imitarle. Tenía tantas ganas de decirle a todo el mundo que había encontrado a Jesús, que fue el primero en ofrecerse cuando el Papa de aquel tiempo pidió misioneros que partieran a zonas que no conocían a Jesús.

Javier recorrió más de 100.000 kilómetros (como si hubiera dado dos veces y media la vuelta a la tierra) para llegar al Extremo Oriente. En esa época, los viajes eran tan difíciles que naufragó tres veces en el mar y en una ocasión pasó dos días sobre las olas agarrado a un madero.

Su primer destino fue la India. Allí, para conseguir que los niños fueran a oírle predicar, iba por las calles tocando una campanilla. Los niños se arremolinaban a su lado para escucharle.

En uno de sus viajes, conoció a un japonés que le contó cosas maravillosas de su país. Javier decidió viajar a Japón. Para atraer a los japoneses a la fe renunció a la pobre sotana que usaba en la India, y se vistió con trajes finos de seda como los que usaban ellos. Allí pasó más de dos años pero, como para él no había distancias con tal de hablar de Jesús, quiso llegar hasta China.

Se quedó muy cerca, pero nunca lo logró. En la isla de Sancián, al sur de China, se puso muy enfermo y murió en una pobre choza de paja. Era el año 1552.

Aunque Javier no llegara, muchos misioneros lo han conseguido después y siguen predicando en China, a pesar de que en ese país los cristianos son muy perseguidos.

Si quieres más detalles sobre su vida descarga aquí la biografía completa de San Francisco Javier que publicamos en la revista GESTO nº195.

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