Más de 100 jóvenes participan en el Encuentro Misionero de Jóvenes de OMP

Obras Misionales Pontificias organiza este encuentro dirigido a jóvenes de entre 18 y 35 años con inquietudes misioneras.

El lema de este año, “De turistas a peregrinos”, define el deseo que han expresado los participantes de darle un sentido profundo a la experiencia misional: “Necesitamos reavivar nuestro espíritu misionero”.

El Real Centro Universitario María Cristina en El Escorial ha sido el hogar de más de un centenar de jóvenes provenientes de toda España que se han reunido este fin de semana en el Encuentro Misionero de Jóvenes, organizado por las Obras Misionales Pontificias. Durante tres días han convivido y compartido grandes momentos de testimonios, conferencias y actividades encaminadas a abandonar una vida de ‘turistas’ para empezar a caminar como ‘peregrinos’.

Con gran presencia de diócesis como Madrid, Mallorca, Ourense o Valencia, estos jóvenes han recibido un importante mensaje del obispo auxiliar de Barcelona, mons. Javier Vilanova, que les ha invitado a entrar en la “cultura del esfuerzo”, y a abandonar el “cristianismo ateo” del que ha hablado ya el papa León XIV. También han podido escuchar al padre Ignacio Amorós, sacerdote influencer, que presentó a la Virgen María como modelo de misionera, y ha dejado una frase que bien podría ser un lema del encuentro: “La misión es un sediento diciéndole a otro sediento dónde hay agua para beber”.

Haciendo alusión al lema, “De turistas a peregrinos”, los jóvenes misioneros peregrinaron el sábado a la Ermita de la Virgen de Gracia, cerca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Los jóvenes rezaron a la Virgen el rosario misionero, ante la atenta mirada de los turistas que decidieron pasar ese día por los alrededores del Escorial. Durante su homilía, mons. Vilanova aseguró que le había sorprendido “la fe con la que habéis rezado el rosario”, y habló de cómo los jóvenes misioneros están llamados a imitar el ejemplo de Pablo y Bernabé, que transmitieron la fe y convirtieron a muchos “por envidia”.

“¡No estoy loco!”

Los verdaderos protagonistas, es decir, los jóvenes, también pudieron expresar lo que habían vivido en el encuentro durante el programa ‘Iglesia en Misión’, de Radio María, dirigido por el padre José María Calderón, director nacional de OMP, que el viernes pasado contó con varios testimonios de los asistentes. “He venido porque los jóvenes necesitamos reavivar nuestro espíritu misionero, y quería juntarme con jóvenes que tuviesen la misma inquietud”, aseguraba Laura, joven de Guadalajara que intervino en el programa.

También lo hizo Marta desde Barcelona, que compartió sus experiencias en la misión que realiza cada verano con su familia, y cómo, ante la incredulidad de sus amigos, ella asegura que “no cambiaría la misión ni por un hotel de 5 estrellas en Maldivas”. También tuvo oportunidad de hablar Javier, un joven del grupo misionero Jatari que destacó que se había encontrado con “una Iglesia que es misionera”, y que gracias a este encuentro había podido comprobar que “no estoy loco, y las maravillas que he visto en misión, el Señor también se las ha mostrado a otros”.

Entre los testimonios destacó también el de Alejandro Abrante, diácono permanente de la diócesis de Tenerife y cantautor, que pudo contar y cantar su testimonio en la noche del viernes. En su mensaje a los jóvenes se quiso centrar en cómo el encuentro con Cristo Resucitado te cambia la vida y te lanza a la misión.

Ya el domingo por la mañana y como gran colofón, Javi Nieves, locutor y presentador de Cadena 100, se acercó al Escorial para moderar un debate: ¿Ser turistas o ser peregrinos? Aunque todos los jóvenes apoyaban la postura del peregrino, la dinámica del debate exigió que varios tuvieran que defender la posición del turista. Los jóvenes entraron en el papel, y se generaron reflexiones interesantes que quiso recoger Javi Nieves. Llamó a los jóvenes a “no demonizar la postura del turista, que puede ser positiva para abrir la mente a conocer otras realidades”, aunque eso sí, concluyó que “un cristiano está llamado a pasar de ser turista a ser un peregrino, que adquiere un compromiso y que tiene clara su meta: Cristo”.