La Virgen María: Reina del Mar
- On 14 de julio de 2023
En pleno verano, el 16 de julio, se celebra la Virgen del Carmen. Esta Virgen es la patrona de los marineros y también de los pescadores. Por eso te la presentamos, para recordarte una vez más que en verano también somos seguidores de Jesús (y, en este caso, de su madre, María). Ella es la Reina del Mar. Galicia, la Comunidad Valenciana, Andalucía, Baleares y Canarias celebran esta festividad, y no es casualidad. Son zonas de España que están bañadas por diferentes mares.
La Virgen del Carmen es una tradición marinera que se vive con fervor y gran devoción. Son muchas las localidades que celebran grandes procesiones marítimas con motivo de las fiestas del Carmen. La imagen es trasladada desde sus respectivas iglesias hasta el puerto o la playa, donde es embarcada para recorrer la costa bajo la protección de los marineros y acompañada en barcos de recreo engalanados y llenos de devotos.
Las procesiones de la Virgen del Carmen tienen su origen en el siglo XII. Cuenta la tradición popular que la celebración renace del Monte Carmelo, en Israel, donde el profeta Elías hizo una promesa contra la sequía. A raíz de la veneración por este lugar que comenzaron a sentir muchos fieles, acabó por crearse allí la Orden de los Carmelitas. Tiempo después, en julio de 1251, la Virgen del Carmen se le apareció al superior general de la orden, San Simón Stock.
Nuestra Señora le reveló que todo aquel que muriese con su escapulario se salvaría. Desde entonces, hasta hoy, la historia de esta procesión marinera ha seguido su curso. En un día en el que se recuerda, especialmente, a todos los marinos que ya están en el cielo.
El general, San Simón Stock, le puso el nombre a la Virgen de “Stella Maris”, “estrella de los mares”. De ahí que se convirtiera en la patrona de los marineros.
La Virgen del Carmen hizo varios milagros, pero la mayoría vinculados al mar. Ha dado nombre a ciudades como la mexicana Ciudad del Carmen, región situada en Campeche. Lugar donde se dice que, el 16 de julio de 1717, la Virgen consiguió derrotar a los piratas, a quienes expulsó de la isla.
Otro de los milagros que se le atribuyen fue en el año 1845. El barco inglés “Ocean’s King” (Rey del Océano) estaba en medio de una dura tormenta y uno de los tripulantes subió a la cubierta para pedir piedad y misericordia. Otro de ellos, con un escapulario de la Virgen colgado al cuello, lo lanzó al mar y, en ese momento, la tormenta frenó. Solo hubo una ola fuerte que fue la encargada de devolver el escapulario al barco.
La Virgen dio a los Carmelitas el escapulario como un hábito miniatura que todos los devotos pueden llevar para significar su consagración a ella. Consiste en un cordón que se lleva al cuello con dos piezas pequeñas de tela color café, una sobre el pecho y la otra sobre la espalda. Se usa bajo la ropa. El escapulario es un signo de nuestra identidad como católicos, vinculados íntimamente a la Virgen María con el propósito de vivir plenamente según nuestro bautismo. Representa nuestra decisión de seguir a Jesús por María en el espíritu de los religiosos, pero adaptado a la propia vocación.