Descubre “Enfermos Misioneros”
- On 11 de febrero de 2022
El “Tríptico de Enfermos”, es una publicación de las Obras Misionales Pontificias de España, que reciben 30.000 enfermos aproximadamente en España directamente en sus casas o a través de sus parroquias. La publicación es bimensual, y acompaña a los enfermos en su ofrecimiento de la enfermedad por las Misiones.
Detrás está la Unión de Enfermos Misioneros, una iniciativa nacida en 1928 del espíritu misionero de Margarita Godet. Esta mujer, francesa como los fundadores de las Obras Misionales, quería ser una apóstol misionera pero estaba inmovilizada por la enfermedad. Se ofreció como “enferma misionera” al seminario de Misiones Extranjeras de París, que tantos misioneros enviaba al mundo, y así, tan callada y humildemente, nació la Unión de Enfermos Misioneros. A España llegó de la mano de Ignacio Villanueva, un sacerdote también enfermo y que no pudo partir para misiones. La Unión de Enfermos Misioneros fue acogida por las Obras Misionales Pontificias y, poco a poco, se fue desarrollando gracias a labor de las religiosas en los hospitales y a la publicación “Misión y Sufrimiento” – antecedente del actual “Tríptico de Enfermos”, que en su momento, en los años 50, quizás era la más importante publicación de las Obras Misionales Pontificias en España.
Cualquier enfermo puede unirse en la oración y el ofrecimiento a la labor evangelizadora de la Iglesia. Es lo que decía de manera cercana y maravillosa el Papa Francisco a los enfermos de la Parroquia Romana de San José en el Aurelio el 14 de diciembre de 2014: “Os agradezco el testimonio que dais, el testimonio de paciencia, de amor de Dios, de esperanza en el Señor: esto hace tanto bien a la Iglesia. Vosotros ‘regáis’ continuamente a la Iglesia con vuestra vida, con vuestros sufrimientos, con vuestra paciencia. Muchas gracias, os lo agradezco de veras. La Iglesia sin los enfermos no podría seguir adelante. Vosotros sois la fuerza en la Iglesia, vosotros sois la verdadera fuerza”.
Además, el “Tríptico de Enfermos” tuvo como colaborador nada menos que a un santo: el Beato Manuel Lozano Garrido, el conocido como “Beato Lolo”, escritor, periodista y enfermo, colaboró desde 1959 a 1968. El “Beato Lolo” afrontó de manera excepcional, desde su vivencia cristiana, la dolorosa enfermedad que padecía y que le había reducido desde muy joven a una silla de rueda. Además desde su experiencia y cualidades como periodista, fue uno de los destacados inspiradores del espíritu que anima a los “Enfermos Misioneros”, una encarnación de dicho espíritu.