El lenguaje de la misión en Asia: testimonio, compasión y presencia

OMPRESS- MALASIA (16-12-25) Con la presencia de más de 900 delegados de toda Asia, se celebró hasta el 30 de noviembre, en Penang, Malasia, el Congreso Misionero Asiático, organizado por las Federación de Conferencias Episcopales de Asia (FABC) y las Obras Misionales Pontificias. Ha sido una oportunidad para reflexionar sobre cómo vivir la misión en el continente más poblado del mundo. “La gran peregrinación de la esperanza” ha sido el título de este Congreso.

En él intervino el cardenal filipino Pablo Virgilio David, obispo de Caloocan, y vicepresidente de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia, que recordó que “Si hay algo que Asia entiende muy profundamente, es el poder de contar historias”. Mucho antes de las doctrinas y la teología formal, las culturas asiáticas transmitían la verdad a través de epopeyas, leyendas, parábolas y recuerdos compartidos. La Iglesia, añadió el cardenal, debería inspirarse en esta tradición al involucrar a la gente no a través de argumentos, sino a través del testimonio, la compasión y la presencia.

“La evangelización asiática… no es conquistadora”, afirmó. “Es relacional. Es respetuosa. Es contemplativa”. Recordó el relato evangélico de los discípulos de Emaús como modelo para la misión: Jesús primero escuchó su dolor antes de hablarles de una historia de esperanza. El mismo enfoque, dijo, debería guiar el trabajo pastoral en la diversidad cultural y religiosa de Asia. El cardenal David explicó que Jesús sigue caminando hoy con los migrantes que buscan seguridad, las familias afectadas por los conflictos y la pobreza, los jóvenes que buscan significado y las comunidades que se reconstruyen después de los desastres. “Asia es un continente de grandes historias”, dijo. “Nuestra tarea es dejar que Jesús reaparezca en nuestras palabras, en nuestros gestos y en nuestra forma asiática de comunicar la Buena Noticia”.