Niños que ayudan desde su pobreza

OMPRESS-KENIA (15-12-25) En Lodwar, quizás la zona más pobre de este país de Kenia, la mayoría de la población está muy lejos de los 175 euros mensuales de renta per cápita que se enuncian oficialmente para este país del Este de África. A los niños de Infancia Misionera los números no les importan, sólo cumplir el lema de esta Obra: “Los niños ayudan a los niños”. Así 30 niños pertenecientes a la Obra Pontificia de la Infancia Misionera de la diócesis de Kakamega, a 500 kilómetros de Lodwar, han llevado a esta diócesis ropa, comida y otros artículos que han recogido entre todos los niños de Kakamega. Acompañados por sus animadores y catequistas han pasado cuatro días para visitar Lodwar, en la frontera con Etiopía, y algunas de sus 33 comunidades parroquiales

Han sido 200 sacos de maíz y frijoles, ropa, materiales de oración y 200.000 chelines kenianos llegaron a la diócesis de Lodwar, no provenían precisamente de donantes ricos. La preparación de este viaje, señalan desde la Fides, la Agencia de Noticias de las Obras Misionales Pontificias en Roma, ha durado varios meses, en los que niños y adolescentes se han esforzado por sensibilizar a todos en la recogida de ayudas destinadas a sus compañeros más necesitados. No es que en Kakamega haya grandes riquezas pero saben que compartir es una riqueza, otro de los principios que se enseña en Infancia Misionera.

“La visita de estos niños ha sido un gran gesto de colaboración, de trabajo conjunto; representa en lo concreto el espíritu misionero, y refuerza también lo que representa Infancia Misionera”, afirmaba Mons. John Mbinda, obispo de la diócesis de Lodwar. “Los niños han dado un ejemplo muy importante, que debería ser emulado por otras diócesis y grupos de personas”. Haciéndose eco de las palabras del obispo, el director de las Obras Misionales Pontificias en Lodwar ha descrito la aportación que han traído estos 30 niños, como representantes de los muchos que han colaborado para hacerla posible, como una gran bendición, subrayando la necesidad de colaboración entre las diócesis de los países africanos.

Durante su estancia en Lodwar, los niños se han comprometido activamente con la comunidad local. En la parroquia de Cristo Rey en Lokichar, han regalado a sus coetáneos rosarios, material de animación y alimentos. En la ciudad de Lodwar, el obispo ha celebrado la Santa Misa para los niños de ambas diócesis. Los jóvenes misioneros también han visitado el Santuario de la Inmaculada Concepción, estando cerca de las familias y distribuyendo ellos mismos los objetos que habían traído. Uno de los momentos más significativos de este viaje ha sido el encuentro entre los dos grupos de Infancia Misionera de ambas diócesis.

La diócesis de Lodwar abarca más de 77.000 kilómetros cuadrados, casi el tamaño de Irlanda y tiene como prioridad la primera evangelización. En algunas zonas remotas, esta se concreta en una simple presencia, con los misioneros viviendo entre la gente y dejando que su testimonio diario hable por ellos.