Mujeres extraordinarias que partieron a la misión en tiempos difíciles

  • On 23 de septiembre de 2025

OMPRESS-ROMA (23-09-25) El Papa León XIV recibía ayer en audiencia conjunta a las Carmelitas Descalzas de Tierra Santa y a participantes de los Capítulos generales de las Hermanas de Santa Catalina, de las Misioneras Salesianas de María Inmaculada y de las Hermanas de San Pablo de Chartres.

Quiso hacer una reflexión sobre un rasgo común que las unía a todas, la valentía, por lo que recordó el libro de los Proverbios: “¿Quién puede encontrar una mujer fuerte? Su valor supera con creces a las piedras preciosas”.

La historia de estas órdenes y congregaciones femeninas y de las mujeres que las forman es una respuesta a esta pregunta decía el Papa: “Dios ha encontrado no una, sino muchas mujeres fuertes y valientes, que no han dudado en correr riesgos y afrontar problemas para abrazar sus proyectos y decir «sí» a su llamada. No solo eso: allanaron el camino para muchas otras que, como vosotras, siguiendo a Cristo pobre, casto y obediente, han continuado su obra, a veces hasta el martirio. Hablamos de mujeres extraordinarias que partieron a la misión en tiempos difíciles; que se han inclinado sobre las miserias morales y materiales de los entornos más desatendidos de la sociedad; que, para estar cerca de los necesitados, han aceptado arriesgar la vida, incluso hasta perderla, víctimas de violencias brutales en tiempos de guerra”.

Todo esto ha sido posible, señalaba el Papa León XIV, gracias a la fuerza que viene de Dios: “Lo experimentamos cada día: nuestro trabajo está en manos del Señor, y nosotros solo somos instrumentos pequeños e inadecuados, «siervos inútiles», como dice el Evangelio. Sin embargo, si nos confiamos a Él, si permanecemos unidos a Él, grandes cosas suceden, precisamente a través de nuestra pobreza”. Las fundadoras fueron mujeres “íntimamente unidas a Dios y, por tanto, consagradas a su servicio y al bien de toda la Iglesia, comprometidas a arraigar y consolidar en el corazón de sus hermanos ese reino de Cristo que sintieron vivo primero en sí mismas, y a difundirlo por todos los rincones de la tierra”.

El Papa ejemplarizó esta valentía y compromiso al finalizar su intervención: “Permítanme extender un saludo especial a las Hermanas Carmelitas Descalzas de Tierra Santa, aquí presentes: su labor es importante lo que estáis haciendo, con vuestra presencia vigilante y silenciosa en lugares desgarrados por el odio y la violencia, con vuestro testimonio de confiado abandono en Dios, con vuestra constante invocación por la paz. Todos os acompañamos con nuestra oración y, también a través de vosotras, nos acercamos a quien sufre”.

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