120 años de la Misión de Lubwe: llegaron en una barca
- On 10 de julio de 2025
OMPRESS-ZAMBIA (10-07-25) Fue hace 120 años, cuando los misioneros, que venían de Malawi, cruzaron en barca el Lago Bangweulu, una extensión de agua tres veces más grande que la isla de Mallorca, para fundar una de las primeras misiones católicas en Zambia, la misión de San José de Lubwe.
Eran religiosos Misioneros de África, los conocidos Padres Blancos. Tenían por costumbre no establecer una misión sin la cooperación de los jefes y tribus locales y, en aquel año de 1905, los padres Émile Genoud y Léonard van den Broek la recibieron y gracias a este apoyo se pusieron manos a la obra.
Los misioneros construyeron una iglesia, una escuela y un hospital, y comenzaron a evangelizar a la población local. También introdujeron prácticas agrícolas y ganaderas modernas y, años después, había ya una escuela de magisterio. También había un centro de tratamiento de lepra. La evangelización siguió adelante en lo que se conocía como vicariato apostólico de Bangweulu –por el lago– a cuyas orillas se había establecido aquella primera misión. Aquel vicariato apostólico se ha convertido hoy en la diócesis de Mansa, con más de 350.000 católicos, y sesenta sacerdotes diocesanos que van tomando la responsabilidad de la misión de manos de los misioneros.
La diócesis de Mansa ha querido celebrar este 120 aniversario con diversas actividades y bajo el lema: “120 años proclamando a Cristo, la esperanza de todos los pueblos”. Una de los momentos más emotivos de este aniversario ha sido la recreación del histórico viaje en barca que realizaron los Padres Blancos para llegar a Lubwe, cruzando el lago Bangweulu. Además de Mons. Patrick Chisanga, OFM, obispo de la diócesis de Mansa, también estuvo presente Mons. Alick Banda, arzobispo de Lusaka, la capital de Zambia. En la homilía de la solemne misa que se celebró en Lubwe animó a los fieles a emular el espíritu de aquellos primeros misioneros que no solo predicaron el Evangelio, sino que también lo vivieron y lo difundieron con palabras y acciones. Describió la Misión de Lubwe como un símbolo y testimonio de fe inquebrantable, una fuente de testimonio cristiano para las generaciones futuras, por eso, la Iglesia, los sacerdotes, los religiosos y cada familia debe hablar a sus hijos y a las generaciones futuras sobre el legado de los misioneros que trajeron la fe a Zambia.
Los 120 años de la Misión de Lubwe son un recordatorio del papel de la Iglesia en la transformación de las comunidades de Zambia, especialmente a través de la educación y la atención médica, que la Iglesia continúa brindando hoy.