De Cádiz a la misión de la Mosquitia
- On 8 de julio de 2025
OMPRESS-CÁDIZ (8-07-25) El domingo por la tarde se celebró en la Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros de Algeciras, Cádiz, la celebración del envío misionero del sacerdote Juan José Galvín. Su destino misionero será La Mosquitia, en Honduras.
La Parroquia de Nuestra Señora de los Milagros estaba llena de fieles que querían acompañar, en esta ceremonia de envío misionero, al que hasta ahora ha sido su párroco. La ceremonia estuvo presidida por el Consiliario de Misiones, el padre Pedro Pablo Vicente Martorell que, en su homilía, hizo referencia al Evangelio de este domingo, el envío de los 72 discípulos. Destacó de él tres ideas: el hecho de que el Señor enviara a estos discípulos delante, adonde pensaba ir Él, como hará el padre Juan en Honduras; la gran alegría de “dejarlo todo para entregarse con y en Cristo a los demás”; y el hecho de que este envío es también una gran cruz, “porque cuando ponemos nuestro corazón y nuestra vida a la escucha de la voluntad de Dios, Dios nos complica la vida. Pero bendita complicación. Porque es precisamente en la cruz, en las complicaciones, en las dificultades, en los peligros, en las necesidades… donde más sentimos la presencia viva y vivificante de Nuestro Señor Jesucristo, uniéndonos y aferrándonos a Él en la Eucaristía y en la oración”.
Intervinieron en la celebración, entre otros, miembros del equipo de EMVE (Equipo Misionero Vicenciano de Evangelización), así como diversas personas de la parroquia. Todos estos momentos estuvieron llenos de emotividad, que expresado con palabras de alguno de los intervinientes, eran sentimientos encontrados: por un lado la tristeza de la marcha temporal, pero por otro la enorme alegría que sabían era para su párroco poder seguir un sueño, una llamada.
Y, por supuesto, también intervino el enviado, que recibió la bendición y la imposición de la cruz misionera. Manifestó la enorme bendición que le suponía, por fin, poder salir a misiones, pero “amenazó” con su vuelta, y con más ganas de servir a la Comunidad parroquial de Nuestra Señora de los Milagros. En todo momento, solicitó se acordasen de él y, no solo de él sino de todos los que se estaban embarcando en dicha misión, como de los ciudadanos de La Mosquitia, con la oración constante al Señor.