Misa de envío de un matrimonio misionero

  • On 25 de junio de 2025

OMPRESS-ALCALÁ (25-06-25) Este pasado lunes 23 de junio, en la víspera de la Natividad de San Juan Bautista, la Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, en Torrejón de Ardoz, se llenó de fieles para asistir a Misa de envío misionero de dos de sus feligreses más comprometidos: Mª Ángeles Valios y José María Sainz, laicos pertenecientes a OCASHA-Laicado Misionero. Presidió la celebración el obispo de Alcalá, Mons. Antonio Prieto Lucena. Junto a él, estaba Mons. Ángel Román, hasta hace poco párroco de estos misioneros y hoy obispo de Albacete.

Mª Ángeles y Chema fueron enviados como misioneros de la diócesis de Alcalá a la diócesis de San Juan de la Maguana en la República Dominicana. Como señalan desde la delegación de misiones alcalaína, dejan aquí a sus hijos, ya independientes; dejan una comunidad parroquial con la que llevan años trabajando y donde son muy queridos por su entrega y compromiso; dejan una vida con todas las facilidades de una gran ciudad española, para ponerse al servicio de la labor de evangelización de la Iglesia, en una zona muy pobre y rural, a cuatro horas del hospital más cercano. Un lugar donde no hay más electricidad que la producida por algunos paneles solares. Allí asumirán la dirección de un internado donde 75 niños y niñas pueden estudiar y recibir una formación humana y espiritual. Se integrarán además en el equipo pastoral que atiende las distintas comunidades diseminadas por la montaña que hace frontera con Haití.

El obispo de Alcalá cedió la palabra a Mons. Ángel Román, hasta hace apenas cuarenta días párroco de esta comunidad. “Vuestra vocación es de Dios. Esta llamada que habéis experimentado es de Dios. Y os lo confirma hoy la palabra de Dios, no una ni dos, sino tres veces”, señaló el obispo de Albacete. La vocación de Abraham de la primera lectura, la víspera de la solemnidad de la Natividad de San Juan Bautista, y la vocación de Jeremías, lectura de la fiesta del día siguiente.

Al término de la Santa Misa, la comunidad parroquial les entregó dos regalos: una cruz para poner en su nueva casa en la República Dominicana y un cuaderno, para que tomen nota de todo lo que vivan y puedan después contarlo a través del periódico de la parroquia «La Buena Noticia».

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