Tres años de la beatificación de Pauline Jaricot, la mujer del Domund
- On 22 de mayo de 2025

Hoy se cumplen tres años de la beatificación de Pauline Jaricot, la fundadora de la Obra de la Propagación de la Fe, el Domund. En el momento de la fundación de esta Obra, Pauline tenía 23 años y, lógicamente, no sabía que con el tiempo se convertiría en una Obra Pontificia, “del Papa”, para ayudar a todos los territorios de misión.
El director nacional de las Obras Misionales Pontificias en España, el padre José María Calderón, está dedicando una serie de siete vídeos en HM Televisión para hablar sobre la Obra que fundó Pauline. En este vídeo, el cuarto de la serie, habla precisamente sobre ella y cómo llegó a decidir entregar su vida a apoyar la misión y a los misioneros.
Pauline Jaricot fue una mujer laica francesa que nunca sintió la vocación a la vida consagrada, en un contexto en el que parecía que, quienes deseaban seguir a Jesucristo de manera más cercana, necesariamente tenían que emprender el camino de la consagración religiosa. Nacida en 1799 en una familia de ricos industriales, Pauline recibió una buena educación cristiana. Tras varios acontecimientos personales y escuchar una predicación en la cuaresma de 1816, sufrió una transformación interior que cambiaría su vida, decidiendo vestirse como las obreras de Lyon, de manera digna pero modesta. Decide igualmente, en un abandono total en Cristo, dedicarse a las misiones, informando de las necesidades de los misioneros y buscando su sostenimiento. Se empeñó en la tarea de formar un grupo de mujeres, que fue creciendo cada vez más, sobre todo, trabajadoras de las fábricas de Lyon, todas dispuestas y comprometidas como ella en su apoyo a la misión. La asociación se fue extendiendo entre gente humilde por toda Francia y, en 1822, nacía oficialmente la Obra de la Propagación de la Fe, que pronto alcanzó a otros países. El impulso del Papa León XIII contribuyó de manera especial a su difusión universal. En 1922 Pío XI le concedió a la Obra el título de Pontificia. En España, es más conocida como DOMUND, en referencia al Domingo Mundial dedicado a las misiones que la Iglesia instituyó gracias a Pauline.
Pero el genio espiritual de la beata Pauline Jaricot fue más allá de la fundación de la Obra Misional de la Propagación de la Fe y llevó adelante otras iniciativas. Una de las que más éxito tuvo y todavía tiene fue el Rosario Viviente. Pauline sabía que la oración es el fundamento de la misión de la Iglesia y estaba decidida a hacer que el rezo del Rosario –una práctica muy atacada durante los tiempos revolucionarios que se habían vivido en Francia– se extendiera. En 1826, alentada por el éxito de su enfoque práctico con la Obra de la Propagación de la Fe, organizó a sus amigos y colaboradores en grupos de 15 personas, según el número de los Misterios del Rosario en aquella época. Luego le pidió a cada miembro que se comprometiera a rezar una década del Rosario diariamente y meditar en un Misterio al día, durante un mes entero. De esta forma, se recitaba diariamente todo el Rosario y cada grupo meditaba los 15 Misterios. Al comienzo del mes, la persona a cargo de los 15 redistribuía personalmente los Misterios entre los miembros, asegurándose de que todos recibieran un Misterio diferente para meditar durante la oración de la década del Rosario, en las siguientes cuatro semanas. La iniciativa del Rosario Viviente tuvo tanto éxito que después de la muerte de Paulina en 1862, había más de 150,000 grupos, con 2.250.000 miembros solo en Francia. Hoy en día, el Rosario Viviente aún se practica en muchas partes del mundo y los grupos de 15 se han ampliado a grupos de 20 al incluir los nuevos misterios luminosos, establecidos por el Santo Padre Juan Pablo II.