Fallece el último obispo francés de Corea
- On 14 de abril de 2025
OMPRESS-COREA (14-04-25) El pasado jueves, 10 de abril, fallecía el último obispo misionero francés en Corea, Mons. René Dupont. Llegó a Corea en 1954, y era misionero de las Misiones Extranjeras de París, que durante más de dos siglos acompañaron el crecimiento de la Iglesia coreana incluso hasta el martirio. Fueron numerosos los misioneros que desde 1839 en adelante llegaron a Corea desde Francia, y sus nombres se mezclan en el martirologio coreano con los de aquellos a los que fueron a evangelizar. Con Mons. Dupont han sido trece los obispos franceses en Corea, todos miembros de las Misiones Extranjeras de París.
René Dupont, nacido el 2 de septiembre de 1929 en Saint-Jean-le-Blanc (Loiret), fue el primer obispo de Andong de 1969 a 1990. Había sido ordenado sacerdote el 29 de junio de 1953 en Orleans, antes de ser enviado a Corea como misionero el 27 de octubre de 1954, un año después del final de la guerra de Corea. Vicario de la Catedral de Daejeon de 1955 a 1967, superior regional de las Misiones Extranjeras de París en Corea durante un año, se convirtió en obispo de Andong en 1969 y dirigió esta diócesis durante veinte años. Presentó su dimisión por razones de edad en 1990 y volvió a ocupar el cargo de superior regional entre 1995 y 2003.
Tras convertirse en obispo emérito se retiró primero a Haengju, una parroquia de Neunggok, en los suburbios de Seúl y dirigió retiros espirituales hasta noviembre de 2004. Fue entonces cuando volvió de nuevo al territorio de la diócesis de Andong, a un pueblo: Uiseong Bongyang. Continuó predicando en conventos y parroquias. Apreciado por sus vecinos, cultivaba su huerto con dedicación.
En 2023, con motivo de su 70 aniversario como sacerdote, confesó lo profundamente que había visto cambiar Cora. En aquel entonces, cuando él llegó, era un país muy subdesarrollado, “hoy les digo a todos que me siento orgulloso: Nuestra gente, que no tenía nada, progresó paso a paso”. También expresó su pena por el declive demográfico y el colapso en el número de matrimonios en Corea del Sur, así como que zonas rurales, como la misma diócesis de Andong, se hayan vaciado por la migración. A pesar de estos desafíos, animó a su diócesis: “No sean pesimistas, no envidiéis a otras diócesis, aceptad lo que el Señor nos da. Solo tenemos que ayudarnos mutuamente y servir al Señor lo mejor que podamos”. A quienes le pidieron que hiciera balance de sus 70 años de vida sacerdotal, respondió: “Intenté escuchar al Señor en silencio, en lugar de contar mi propia historia. Rezo una hora al día en silencio ante el Señor. Le pido que me ayude a aceptar lo que Él quiere que haga. Siempre he vivido así durante mi vida sacerdotal. No hay nada más que hacer”.
El año pasado la televisión coreana le dedicó un reportaje que se puede ver aquí. Fue condecorado por Francia como Caballero de la Legión de Honor. En 2012 recibió el Premio budista Manhae. En 2019 el Premio Baegman (derechos del hombre). Aunque Corea no acepta la doble nacionalidad, con Mons. René Dupont hizo una excepción, concediéndosela y permitiéndole mantener su nacionalidad francesa, como testimonio de la estima por su labor en el país.