Cuaresma en las cárceles de Argelia

  • On 11 de marzo de 2025

OMPRESS-ARGELIA (11-03-25) José María Cantal Rivas, misionero de los Padres Blancos, escribe desde su comunidad, en la ciudad argelina de Andrar, en medio del desierto del Sáhara, para hablar brevemente de las cárceles argelinas y de la labor de los capellanes cristianos en estas cárceles. Este hola desde el desierto nos recuerda la importancia de que la Iglesia y los cristianos lleguen a las periferias existenciales.

“La semana anual de formación para los capellanes de cárceles en Argelia ha tenido lugar la semana pasada en la capital del país. 42 de los 653 capellanes, autorizados por el Ministerio de Justicia para visitar a los cristianos en las diferentes cárceles del país, han intercambiado experiencias y recibido una formación jurídica.

El servicio pastoral a los cristianos encarcelados ha ido creciendo en importancia numérica y hoy es el apostolado que más personal tiene asignado en la Iglesia católica de Argelia. Según el reglamento de prisiones quien se declare cristiano (o de otra religión que no sea el islam) tiene derecho a la visita periódica de un representante de su culto: los 63 capellanes (sacerdotes, religiosas y seglares, incluido un pastor protestante) realizan visitas en más de 91 centros de detención en este inmenso país, grande como cinco veces España: algunos visitan una sola cárcel otros tres o hasta cuatro, a menudo a más de 200 km de distancia. Durante la semana de formación se oyeron testimonios de capellanes; los obispos intervinieron, al igual que dos funcionarios argelinos de la Dirección general de Instituciones penitenciarias y Reinserción.

Junto a la labor explícitamente espiritual (oración durante las visitas), los capellanes suelen servir de nexo con las familias ya que muchos reclusos, mayoritariamente subsaharianos, no reciben visitas de nadie y los capellanes escriben o telefonean a las familias para dar noticias. Este apostolado, en un país cuya religión oficial es el islam, hace que la Iglesia esté, como lo desea el Papa Francisco, en salida hacia las periferias existenciales”.

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