Fallece en Filipinas el misionero claretiano español Bernardo Blanco
- On 10 de marzo de 2025
OMPRESS-FILIPINAS (10-03-25) La Conferencia Episcopal Filipina daba el pésame por el fallecimiento en Quezón City de este misionero, a la edad de 97 años. Ligado a Filipinas desde hacía 32 años, en 1993 fue secuestrado durante dos meses en la isla de Basilan, al sur del archipiélago. Tras esta experiencia, no dudó ni un instante en seguir como misionero en Filipinas.
Nacido en Ceadea de Aliste, en la provincia de Zamora, fue ordenado sacerdote claretiano en 1953. Tras su ordenación fue enviado a Guinea Ecuatorial, su primera misión, donde sirvió durante 22 años. A partir de 1968 el país africano sufrió agitaciones políticas, con restricciones a la práctica religiosa, que llevaron a la expulsión de los misioneros. En 1976, 52 sacerdotes y 200 religiosas tuvieron que abandonar el país. El padre Bernardo Blanco era uno de ellos. Al año siguiente fue destinado a Filipinas, adonde llegó en febrero de 1977. Su destino fue Bolong, en la ciudad de Zamboanga, donde se dedicó a la pastoral juvenil y a promover la devoción a la Santísima Virgen María. Posteriormente fue destinado a las misiones claretianas en Basilan, donde sirvió como párroco de la parroquia del Inmaculado Corazón de María en Maluso.
En 1993, extremistas afiliados al grupo terrorista Abu Sayyaf secuestraron al misionero claretiano, que sufrió 49 días de cautiverio. Le obligaron a escribir 12 cartas, en las que utilizó una contraseña en latín, “Nolite credere”, señalando así que no creyeran nada de lo que ponía en las cartas. Una noche, al darse cuenta de que sus secuestradores estaban dormidos, escapó del agujero bajo tierra donde lo tenían encerrado. Con la guía de la estrellas y siguiendo un ángulo recto con la luna consiguió orientarse por la selva, esquivando los caminos minados, cruzó un río a nado y por fin logró encontrar ayuda.
En 1994, después de una breve visita a Roma y España, fue nombrado director espiritual del Seminario Claretiano en Quezón City. Más tarde sirvió en la Claret Theology, primero como superior y más tarde como director espiritual. En febrero de 2019 fue uno de los protagonistas del programa “Misioneros por el mundo” (aparece al final), donde también recordó su experiencia del secuestro.