El valiente joven que puede ser el primer beato de Pakistán

  • On 18 de febrero de 2025

OMPRESS-PAKISTÁN (18-02-25) Akash Bashir murió el 15 de marzo de 2015 al evitar que un terrorista se hiciera estallar dentro de una iglesia. Desde entonces, la comunidad cristiana lo recuerda en oraciones, en diversas celebraciones y visita su tumba. En marzo de 2022 se abría la fase diocesana de su causa de beatificación. Akash impidió que el terrorista entrara en la abarrotada iglesia católica de San Juan durante la misa dominical. Tanto Bashir como el atacante murieron cuando la bomba explotó fuera de la iglesia. Era el segundo ataque con bomba contra una iglesia perpetrado ese día por militantes islámicos en Youhanabad, un barrio de mayoría cristiana en Lahore. El otro ataque se produjo en Christ Church, una iglesia protestante situada a un kilómetro de distancia, en el que murieron 17 personas y cientos resultaron heridas. El chico, que tenía 20 años, había asistido a la escuela profesional salesiana y trabajaba en la parroquia. Su rapidez evitó una masacre: hubo 20 víctimas y varios heridos, pero la mayoría de los que estaban en la iglesia resultaron ilesos.

Todo ocurrió en un suburbio de Lahore, una ciudad muy grande, donde los católicos tiene una presencia más significativa que en otros lugares de Pakistán. Un contexto marcado por la pobreza, la marginación, donde testimoniar la fe cristiana es siempre arriesgado. Los cristianos representan alrededor del 1,37 por ciento de los 241 millones de habitantes de mayoría musulmana y sufren casi continuamente la violencia extremista.

Es en este contexto de pobreza económica, de marginación y donde se viven diversas formas de persecución, donde hay que situar la figura y el testimonio de este joven cristiano. Las comunidades cristianas, tanto católicas como de otras confesiones, vieron inmediatamente en él el testimonio de su fe, e incluso hubo manifestaciones en el mundo musulmán mostrando su solidaridad. La comunidad cristiana organiza celebraciones cada 15 de marzo para recordarle y su tumba no deja de tener flores. Todo ello llevó a que se abriera la causa de su beatificación como mártir, convirtiéndose en “siervo de Dios”.

Aún así, según informa la agencia católica UCA News, son pocos los cristianos que recuerdan la figura de este joven más allá de su barrio de Lahore y el conocimiento de su figura a nivel de la Iglesia paquistaní crece muy poco a poco. La Santa Sede lo elevaría a “venerable” si se puede atestiguar fehacientemente que ejerció “en grado heroico” las virtudes teologales de fe, esperanza y caridad y las virtudes cardinales de prudencia, justicia, fortaleza y templanza. Los salesianos, que celebran su llegada hace 25 años a Pakistán, han hecho esfuerzos para popularizar a Bashir, su ex alumno, como un héroe y modelo a seguir para las generaciones más jóvenes. En enero lanzaba un libro sobre él en la fiesta de San Juan Bosco. Ese mismo día, se inauguró un retrato de Bashir en el Instituto Técnico para Niños Don Bosco, en una ceremonia a la que asistieron sus padres, y en la que estuvo presente el Nuncio Apostólico, Mons. Germano Penemote.

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