Primera Asamblea Eclesial de la Amazonía Peruana

OMPRESS-PERÚ (29-01-25) Desde el lunes hasta hoy, 29 de enero, se han dado cita en Magdalena del Mar, Lima, más de 100 representantes de los ocho vicariatos de la Amazonía peruana en esta Primera Asamblea Eclesial, bajo el lema: “Somos Iglesia Amazónica que camina en sinodalidad y esperanza”. El encuentro se ha desarrollado en la Casa San José de Cluny, en Magdalena del Mar.

El objetivo principal de esta Primera Asamblea Eclesial de la Amazonía Peruana ha sido compartir, evaluar y proponer acciones conjuntas para la construcción de un plan pastoral para los vicariatos que fortalezca la sinodalidad y la articulación con los pueblos indígenas amazónicos. Se ha reflexionado sobre los desafíos derivados de la crisis climática, la explotación de recursos naturales y la violencia, destacando la importancia de la articulación entre la Iglesia y los pueblos indígenas, así como la coordinación entre vicariatos para fortalecer su compromiso con la Amazonía.

Durante la primera jornada, el panel “Crisis climática y social en la Amazonía” reunió varias líderes indígenas, que destacaron el rol fundamental de los pueblos indígenas en la defensa de sus recursos y la lucha contra la crisis climática. También se abordaron desafíos estructurales como la promulgación de leyes anti-medio ambiente, el acceso limitado a servicios básicos, el avance de economías ilegales, las altas tasas de anemia y desnutrición infantil en las comunidades amazónicas y el aumento en casos de defensores indígenas asesinados. Se subrayó el valor de la Iglesia como puente entre el Estado y las comunidades para garantizar derechos fundamentales.

El panel “Desafíos en tiempos de sinodalidad y esperanza en la Iglesia Amazónica”, se reflexionó sobre la sinodalidad, destacando la importancia de trabajar con apertura hacia la diversidad como riqueza, o la necesidad de afrontar los altos niveles de pobreza y abusos, especialmente contra mujeres y niños. Como señalan desde la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), la asamblea ha generado un espacio de renovación espiritual para los representantes eclesiales, que han reafirmado su compromiso con la defensa de los derechos humanos y el medio ambiente. Como señaló el vicario apostólico de Puerto Maldonado, Mons. David Martínez: “Escuchar el dolor de nuestros pueblos nos lleva a mirar hacia Dios y encontrar una respuesta, una esperanza”.