Fallece el autor de “Camboya, año cero”

OMPRESS-CAMBOYA (20-01-25) El pasado viernes fallecía el sacerdote misionero francés François Ponchaud, de las Misiones Extranjeras de París, autor del bestseller “Camboya año cero”, en el que como testigo relataba la brutal y asesina revolución comunista de los Jemeres Rojos que acabó con un tercio de la población camboyana.

El padre Ponchaud pasó nada menos que 56 años como misionero en Camboya. En su primer periodo como misionero tuvo que huir de Phnom Penh para escapar de los Jemeres Rojos que el 17 de abril de 1975 entraban en la ciudad e instauraban quizá el régimen de terror más brutal que haya conocido el siglo XX, un siglo que de terrores totalitarios vio muchos. Aquel mismo día, los Jemeres Rojos obligaron a los cerca de tres millones de habitantes de la ciudad a abandonarla y dejarla desierta. Era el año cero que relató el padre Ponchaud de una historia de terror en el que los comunistas acabaron, en apenas tres años y ocho meses, con un tercio de los habitantes del país, mientras lo hacían volver a un supuesto paraíso agrícola preindustrial.

Tras su expulsión, el misionero francés pudo finalmente volver a su querida Camboya en 1993, para comenzar de nuevo su misión tras la catástrofe. Había nacido el 8 de noviembre de 1939 en Sallanches, en Alta Saboya, y falleció este viernes 17 de enero, con 86 años, tres años después de haber abandonado definitivamente el Sudeste Asiático. De joven sirvió como paracaidista en Argelia durante veintiocho meses durante la guerra antes de ser ordenado sacerdote en 1964. Al año siguiente ya tenía como destino Phnom Penh, donde aprendió jemer, e incluso tradujo una Biblia ecuménica en este idioma entre 1970 y 1975. En 1977 publicó su libro “Camboya año cero” y pasaría los quince años siguientes viajando por el mundo para visitar a los refugiados camboyanos en Europa, Canadá y Estados Unidos, además y sobre todo, en los campos de refugiados de Tailandia, donde continuó su labor evangelizadora. Como muchos sacerdotes y religiosos y religiosas de origen extranjero que fueron expulsados de Camboya solo pudo regresar en 1993, cuando se restableció la paz.

Tras su regreso a Camboya en 1993, y durante más de veinte años, estuvo destinado en Chamlak y O Réang Euv. Además de su trabajo de traducción, escribió varios libros en jemer y puso en marcha varios proyectos de desarrollo rural. También fundó el Centro Cultural Católico Camboyano para enseñar la lengua y la cultura jemer a los misioneros y voluntarios, siempre con el objetivo de servir mejor al pueblo camboyano.