Matteo Ricci: una herencia de amistad, diálogo y paz

Matteo Ricci: una herencia de amistad, diálogo y paz

  • On 8 de noviembre de 2024

OMPRESS-ROMA (8-11-24) Este es el título de la jornada de estudio que dedicará la Pontificias Universidad Gregoriana el próximo 15 de noviembre a este gran misionero jesuita. Una oportunidad para conocer la rica personalidad espiritual y cultural de Ricci y los recientes avances en su proceso de beatificación.

Esta jornada de estudio promovida por la Compañía de Jesús, que tendrá lugar en la sede de la Universidad, en la Piazza della Pilotta, comenzará a las 9:30h y se prolongará hasta las 18:00h. Por la mañana intervendrán el Secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, el Cardenal Stephen Chow, obispo de Hong Kong y el Padre General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa Abascal, S.J. Se presentará desde diferentes aspectos el significado de la persona y obra de Matteo Ricci para la Iglesia y la China contemporánea. A esto le seguirán diversos informes de historiadores y especialistas en estudios riccianos, procedentes de diferentes instituciones: Anthony Clark (Whitworth University, Spokane, EE.UU.), E. M. Giunipero (Universidad Católica, Milán), Nicholas Lewis (St Louis University, EE.UU.), Giovanni Sun Xuyi (Centro de estudios Ricci, Macerata), Valentina Yang (Lovaina). Concluirá con la proyección del documental “Matteo Ricci 朋友 un amico”, de Teresa Tseng

Matteo Ricci (1552-1610) llegó a Pekín en 1601 y el emperador chino de la época le permitió permanecer en la capital hasta su muerte el 11 de mayo de 1610. Un privilegio que no se solía dar a muchos extranjeros. Allí desarrolló una intensa labor cultural y misionera. Como señaló el Papa Francisco sobre el padre Ricci “fue grande no sólo por las cosas que hizo y que escribió, sino que es grande porque fue un hombre de encuentros, un hombre de la cultura del encuentro, un hombre que fue más allá de ser extranjero; se convirtió en ciudadano del mundo”. Y añadía, “Fue uno de los primeros en establecer un puente de amistad entre China y Occidente, poniendo en práctica un modelo aún válido de inculturación del mensaje cristiano en el mundo chino”. Verdadero fermento intelectual en su entorno, el padre Ricci escribió numerosos libros, entre ellos el “Tratado de la Amistad”, considerado uno de los clásicos de la literatura china. También escribió un catecismo que se publicó por primera vez en Pekín en 1603, que mostraba el esfuerzo del que se puede considerar el primer misionero moderno en China, de “aclimatar” en la lengua y la cultura china los contenidos fundamentales del cristianismo. Desarrolló además una profunda amistad con diversas personalidades chinas entre las que destaca el funcionario imperial Pablo Xu Guangqi (1562-1633), con quien colaboró en la traducción al chino de textos occidentales sobre matemáticas, hidráulica, astronomía, trigonometría y geografía. También tradujeron clásicos confucianos al latín para introducir la filosofía china en Europa. Xu Guangqi quedó impresionado por los conocimientos y la santidad del jesuita. Tres años después recibía el bautismo y tomaba el nombre de Pablo. Su familia se convirtió en la primera familia católica de Shanghai. En la actualidad está abierto su proceso de beatificación. El mismo Xu Guangqi describía a Ricci: “Creo que es un hombre singular porque vive en celibato, no se afana por cargos, habla poco, tiene una conducta regulada y esto todos los días, cultiva la virtud a escondidas y sirve a Dios continuamente”.

Cuando Ricci murió, la misión de China contaba con ocho misioneros y ocho jesuitas chinos, que trabajaban en cuatro comunidades y una misión. Había también unos 25.000 cristianos. Los chinos le recuerdan como “el hombre sabio de occidente”, e historiadores de renombre mundial, como el profesor Wolfgang Franke, le han considerado “el puente cultural más sobresaliente de todos los tiempos entre China y Occidente”. El 17 de diciembre de 2022 el Papa Francisco firmaba el decreto que le declaraba venerable, el paso previo a la beatificación.

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