“Misioneros por el mundo” y la Virgen de Guadalupe: “Sin la Madre no se puede vivir”
- On 24 de octubre de 2024
OMPRESS-MÉXICO (24-10-24) “Misioneros por el mundo” nos lleva mañana, viernes 25 de octubre a las 21:30h., hasta México, un país declarado oficialmente laico, que cuenta no obstante con el mayor número de católicos del mundo después de Brasil. En este programa conoceremos a dos de los 300 misioneros españoles que se encuentran en distintas zonas de este país hermano: un sacerdote en Ciudad de México y una religiosa en Oaxaca, en el sur de país.
En Ciudad de México la basílica de Guadalupe representa el alma de la ciudad y de todo el país, o como dice el escolapio Alberto Azcona, misionero de Navarra, “el corazón de la fe”. Un templo erigido en honor de la Virgen, reina y patrona de América Latina, que se ha convertido en uno de los centros religiosos que atrae más peregrinos de todo el mundo. En esta basílica se venera la famosa “tilma” del indígena Juan Diego, en la que llevó al obispo las rosas que la Virgen le había pedido que le entregara como prueba de la autenticidad de sus apariciones, y donde la Virgen dejó impresa su imagen. La fe del pueblo mexicano no se comprende sin la Virgen de Guadalupe, una devoción que también han interiorizado los misioneros españoles.
En Ciudad de México, los escolapios trabajan ofreciendo educación y hogar a niños y jóvenes vulnerables, procedentes de familias desestructuradas, que la justicia entrega al cuidado de los religiosos. Allí viven como una familia donde los voluntarios se convierten en “tíos” de los niños; la tía Mode ha visto salir a varias generaciones de estos niños, y aunque lamenta que “alguno se nos pierde”, subraya que “en un 90% hemos tenido éxito”.
Alberto asegura que en México, más que en otros lugares de América, la gente busca a los sacerdotes para hablar con ellos porque necesitan “que les empujes en el camino hacia Dios y a salir de ciertos enredos en que se han metido en la vida”. Los escolapios lo hacen principalmente a través de la educación, por eso el padre muestra la “escuelita” que también está presente en su parroquia, donde los niños van a hacer sus tareas y son ayudados por voluntarios.
En el sur de México, concretamente en Salina Cruz (Oaxaca), se encuentra la hermana Lágrima Bermejo, una Misionera de la Inmaculada Concepción, natural de un pueblo de Badajoz, que confiesa ser “española de papeles, pero mexicana de corazón”. Allí, en una zona rural y pobre, las religiosas visitan a las familias de los poblados y se reúnen con ellas en encuentros semanales de oración, donde todos intentan ayudarse. Para Lágrima, “la misión es algo muy importante” y “hay que echarle ganas, poner todo nuestro empeño, nuestra fuerza, para que la misión se extienda y las personas que nos reciben se queden convencidas”. Lágrima sabe que la mejor ayuda que puede prestar es la escucha, porque “la gente quiere ser escuchada”, y así puede llevar a la oración los problemas que le plantean, y para muchos de los cuales la misionera no tiene solución.
La fe arraiga en este pueblo sencillo, al punto de que uno de ellos, “doña Lupita”, ha tenido la iniciativa de levantar una pequeña capilla para que la gente que no puede desplazarse a la iglesia más próxima, acuda allí a rezar y donde se celebrará la Misa una vez al mes. También en esta humilde capilla hay un cuadro de la Virgen de Guadalupe, que como dice Lágrima “no puede faltar, porque sin la Madre, no se puede vivir”, y Ella es “la Madre que acoge a todos”. Uno de los campos en el que Lágrima y su congregación trabajan en México es en la promoción de la mujer, como dice una de las religiosas nativas, hay datos que indican que de “10 mujeres 8 han sido violentadas de alguna manera a lo largo de su vida”.
Los testimonios completos mañana viernes, a las 21:30h en TRECE, en “Misioneros por el mundo”. También se pueden ver en directo en internet en la web de TRECE.
Después de la emisión, “Misioneros por el mundo” se puede ver en el canal de Youtube OMP en los medios.