OMPRESS-ARGELIA (18-10-24) El Padre Blanco José María Cantal Rivas manda un mensaje desde su nuevo destino, la ciudad argelina de Andrar, en pleno desierto del Sáhara. Este misionero granadino ha tenido como destinos Burkina Faso, Egipto y Argelia. Hasta hora estaba a cargo del Santuario de Nuestra Señora de África en Argel. Este es su mensaje que se puede ver y escuchar aquí.

“Hola desde la ciudad argelina de Adrar en el desierto. Después de haber estado ocho años en Nuestra Señora de África en el Santuario Mariano maravilloso, con muchísima gente, para venir a esta ciudad de unos 70.000 habitantes en pleno desierto. La comunidad cristiana se compone de un estudiante de Burundi, mi compañero de Malí, y un servidor. Los cristianos más cercanos están a 260 kilómetros. Son una comunidad de monjas de Nuestra Señora del Lago. Están en la ciudad de Timimoun. Y venir aquí ha sido, pues, un desafío, por supuesto, pero también una respuesta a la vocación misionera, a estar presente como Iglesia, como testigos de Jesús en cualquier sitio. Yo creo que para todos los misioneros es un desafío, incluso dan ganas a todos de ir a un lugar donde todo está empezando.

Claro, aquí la parroquia se fundó en 1944. Desde entonces, los Padres Blancos hemos estado presentes aquí, con intervalo, porque ha habido otras congregaciones. Luego nos fuimos, volvimos, nos fuimos, volvimos y ahora, en el 2022, volvimos a abrir la comunidad con dos compañeros y ahora yo he llegado aquí hace un mes, en septiembre de 2024. Nuestras actividades son de momento limitadas, porque estamos en una casa bastante vieja que hay que echarle muchas horas, arreglarla. Lo segundo, porque no tenemos locales para actividades, una sola clase, es la que está preparada porque aquí hace mucho calor. La única sala de clase que tiene aire acondicionado en una ciudad donde se pasan siete meses al año con alrededor de los 40 grados. Intentamos también rehacer los lazos, los vínculos de todos nuestros compañeros que han pasado por aquí con la gente de Timimoun, con las autoridades que no están acostumbradas a ver presencia de Iglesia. Y un poco fastidioso. Cada vez que te desplazas tienes que informar a la Guardia Civil, a la policía, donde va. Con qué medio de transporte vas, cuándo vuelves, si alguien viene, si alguien va. Es fastidioso. Pero bueno, la gente es simpática.

Y fijaros, para concluir, el lema de este año del Domund es id e invitad a todos al banquete. Claro. Esa frase del Evangelio está precedida por otros versículos. Cuando hablan de estar, estaban preparando ese banquete, están preparando ese banquete. Anoche nosotros tuvimos una pequeña fiesta para despedir a un compañero y fuimos preparando la fiesta, yendo al mercado a comprar, desplumando los pollos, cociendo las verduras, regando el jardincillo, buscando sillas, todo eso para los invitados. Por nosotros ahora como misioneros aquí estamos preparando la fiesta, preparando la invitación a ese banquete. Y es una alegría hacerlo pensando que un día la gente responderá a la alegría de descubrir a Jesús, la fuente de la felicidad y de la hermandad. Un beso desde aquí. Rezad por nosotros los misioneros y hasta prontito”.