OMPRESS-SRI LANKA (25-09-24) El pasado 16 de septiembre se celebraba en la archidiócesis de Colombo, la ordenación sacerdotal de cinco jóvenes al sagrado en la Catedral de Santa Lucía, de la capital de Sri Lanka, rebosante de fieles en un país en el que los católicos apenas superan el 7% de la población.

La solemne ceremonia fue presidida por Su Eminencia el cardenal Malcolm Ranjith, Arzobispo de Colombo, y contó con la presencia de numerosos sacerdotes y de los tres obispos auxiliares. La iglesia estaba repleta de fieles, familiares y amigos, todos reunidos para presenciar las ordenaciones y para orar por los recién ordenados en su camino de ministerio. Los cinco jóvenes que se ordenaron vienen de diversos barrios y poblaciones de la archidiócesis. Desde la Iglesia srilankesa deseaban un fecundo ministerio a los recién ordenados: “Extendemos nuestras más sinceras felicitaciones a estos cinco sacerdotes recién ordenados. Que el Espíritu Santo los guíe al iniciar su ministerio y que siempre sean fortalecidos en su servicio al Señor y a su pueblo. Que la gracia de Dios llene sus corazones mientras dirigen, enseñan y sirven a la Iglesia”.

La Iglesia de Sri Lanka cuenta con dos seminarios, según las etapas de formación, que acogen a los seminaristas mayores de las doce diócesis del país. El más grande el de Nuestra Señora de Lanka, en la diócesis de Kandy, acoge a 110 seminaristas. El segundo, el Seminario Mayor de San Francisco Javier, en la diócesis de Jaffna, cuenta con 34 seminaristas en formación. Ambos reciben ayuda cada año, desde que se crearon, de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, la que apoya las vocaciones en los países de misión. Este año se les han hecho llegar 56.480 dólares, además de otros 18.000 para una instalación de agua potable que dé servicio al Seminario de Nuestra Señora de Lanka.

El cuidado de las vocaciones ha sido siempre una prioridad de la Iglesia en Sri Lanka, que ya cuenta con 956 sacerdotes diocesanos, a los que hay que sumar estos jóvenes recién ordenados, y 352 sacerdotes religiosos, aunque algunos de ellos son misioneros extranjeros que siguen teniendo una presencia en la evangelización. Esto ha llevado a que en este país asiático la proporción de fieles por sacerdote sea de 1.300, una relación mejor que las de muchas diócesis de Europa.