OMPRESS-GHANA (13-09-24) Desde la archidiócesis de Kumasi, en la región central de Ghana, escribe el padre Ayih Emmanuel para dar gracias a las Obras Misionales Pontificias de España y a los niños y no tan niños españoles que colaboran con la Infancia Misionera. Fueron 4.000 euros los que se enviaron pero han cambiado una pequeña escuela.

A unos 80 kilómetros de Kumasi, está Akomadan, una aldea en la que la comunidad cristiana de la Iglesia de Santiago es muy viva. El pequeño edificio de la escuela estaba abandonado. No había techo y la maleza había invadido las antiguas aulas. Fue para la rehabilitación de este edificio, para aprovechar sus cimientos y paredes para lo que solicitaron un subsidio a la Obra Pontificia de Infancia Misionera.

Las Obras Misionales Pontificias crean, con las ofrendas de todo el mundo crean un Fondo Universal de cada una de ellas. Así lo hace el Domund, Infancia Misionera y San Pedro Apóstol para las vocaciones en países de misión. Después, para ayudar en los subsidios que se solicitan, se envían las “órdenes de pago” a cada una de las direcciones nacionales del mundo, para que de manera universal procedan a enviar la generosidad de tantas personas con las misiones. Entre los muchos subsidios a los que se han enviado sumas desde España durante este pasado año, estaba el de la escuela primaria de Akomadan, que beneficiará a unos 33 niños de la aldea.

Con una gran delicadeza tanto el párroco de Santiago como la comunidad cristiana, con una de las profesoras, la señora Rebecca Kwarteng, han enviado un informe pormenorizado de cada uno de los cedis, la moneda ghanesa (100 cedis = algo menos de 6 euros), que se han gastado en la rehabilitación. Están recogidos los gastos y facturas en láminas para el techo, clavos, baldosines, los 45 sacos de cemento… Pequeños detalles pero que marcarán un nuevo comienzo para una antigua escuela de misión.