Tres millones de peregrinos en Uganda
- On 18 de junio de 2024
OMPRESS-UGANDA (18-06-24) Según las estimaciones del gobierno de Uganda ese fue el número de peregrinos que se dieron cita el pasado 3 de junio, el Día de los Mártires de Uganda, en el santuario de Namugongo, en el centro de Uganda, para participar en una celebración que es el evento cultural y religioso más importante del país. Bajo el lema “Yo y mi casa serviremos al Señor”, inspirado en el libro de Josué, durante semanas, multitudes de fieles emprendieron viajes de cientos de kilómetros en Uganda y en los países vecinos de Kenia, Ruanda, Tanzania y la República Democrática del Congo.
El punto central de la celebración fue la solemne y vibrante celebración eucarística celebrada en la Basílica de los Mártires de Uganda, un homenaje a su memoria, presidida por el Arzobispo de Gulu, Mons. Raphael p’Mony Wokorach, MCCI, con decenas de obispos y miles de sacerdotes, religiosos y religiosas. La atmósfera dentro de la Basílica fue un rico y vivo mosaico de cultura africana y liturgia. Un coro de la diócesis católica de Nebbi, llenó el aire con himnos.
En el mismo lugar donde fueron ejecutados algunos de los mártires, el arzobispo honró también a los misioneros que plantaron la primera semilla de fe en Uganda en 1879: “Este año celebramos también el 145° aniversario del nacimiento de la fe católica en Uganda, estamos orgullosos de ser ugandeses, estamos orgullosos de ser católicos”. La historia de los mártires de Uganda, añadió, es “una historia de fe inquebrantable en el Señor, es una historia de aquellos que eligieron el camino del Señor”. La historia de los mártires de Uganda se remonta a finales del siglo XIX, cuando el rey Kabaka Mwanga II del Reino de Buganda ordenó la ejecución de 22 católicos y 23 anglicanos entre 1885 y 1887. La canonización de los mártires que tuvo lugar en 1964, se conmemora anualmente el 3 de junio, fiesta nacional en Uganda desde 1975.
Amecea News ha recogido testimonios de algunos de los peregrinos. “Rezo a Dios para que bendiga a mi familia y mi futuro y allane el camino para un mañana brillante”, decía una colegiala, captando la esperanza y la fe que impulsan a miles de personas a embarcarse en esta peregrinación anual. “Tenemos que celebrar este día por estos mártires que murieron por nosotros, que murieron por la fe”, afirmaba otro de los peregrinos. Entre el mar de peregrinos, un chico discapacitado, ayudado por su amigo, caminaba cojeando con un bastón: “Solo rezo por la paz y la prosperidad de mi familia”, decía, “La vida cambia constantemente y siempre debemos buscar la guía de Dios a lo largo de nuestro viaje por la vida”. Un hombre de mediana edad, que caminó más de 14 kilómetros hasta el Santuario de Namugongo, señalaba que “lo que hace especial este día radica en la valentía de quienes sacrificaron sus vidas por nuestra fe y tuvieron el coraje de mantenerse firmes, Todos nosotros estamos llamados hoy a defender esa misma fe inquebrantable”.