Una antigua parroquia de Filipinas y la Orden de San Agustín
- On 13 de junio de 2024
OMPRESS-FILIPINAS (13-06-24) Los agustinos han entregado a la archidiócesis de Manila la Parroquia de Nuestra Señora de Gracia en Makati una de las ciudades que rodean Manila. La Iglesia se fundó en 1601, una de las muchas que la Orden de San Agustín levantó en el archipiélago filipino. Fue hace 50 años, en 1970 cuando los agustinos fueron llamados de nuevo para administrar esta parroquia. En 1898 con la revolución filipina tuvieron que abandonar la Iglesia y el monasterio donde habían vivido durante casi 300 años. Estuvieron 75 años ausentes y, a su regreso, reconstruyeron la iglesia como parroquia y el monasterio adyacente.
La entrega a la archidiócesis de Manila tendrá lugar este domingo 16 de junio durante la celebración eucarística presidida por el arzobispo y cardenal José Advíncula. Además de entregar la parroquia, también se cederá la Comunidad Monasterio de Guadalupe, que hasta ahora era una casa religiosa de la Orden además de un seminario de vocaciones tardías. El Prior General de la Orden de San Agustín, el padre Alejandro Moral Antón, OSA también aprobó formalmente la disolución de la comunidad a partir del mismo día.
Fue en 1565 cuando llegaron los primeros agustinos a Filipinas y, desde aquel momento, comenzó una verdadera “emigración” misionera de los religiosos de San Agustín con destino a Filipinas. Se calcula que marcharon unos 3.000 durante los siguiente tres siglos. Su labor en Filipinas resulta impresionante. Fundaron y administraron 130 pueblos, 187 iglesias y conventos, 90 escuelas, 3 asilos de beneficencia, 7 colegios mayores, una universidad y 272 parroquias. Además, descubrieron aguas medicinales, construyeron carreteras, caminos, puentes y publicaron numerosos libros de historia, gramática, lenguas, catecismos, obras botánicas, etc. En 1898, el momento en que acaba la presencia española en Filipinas, los agustinos atendían pastoralmente a casi dos millones y medio de fieles.
El flujo de misioneros agustinos era tan grande que en el siglo XVIII se construyó en Valladolid un colegio, que recibió el ilustrativo nombre de “agustinos filipinos”, dedicado únicamente a formar a los misioneros de la Orden que partirían con destino a Asia. Hoy alberga el Museo Oriental, que recoge una gran colección de objetos recogidos por estos misioneros en sus misiones en Oriente. Recuerdos de aquellos “emigrantes” de la fe.