50 años de fe y comunidad en una parroquia de Papúa Nueva Guinea
- On 12 de junio de 2024
OMPRESS-PAPUA NUEVA GUINEA (12-06-24) La parroquia de San Carlos Lwanga en Gerehu, un suburbio de las afueras de la capital de Papúa Nueva Guinea se creó el 3 de junio de 1974, hace cincuenta años, en la fiesta de su patrón, el mártir ugandés. Entonces solo eran cinco familias católicas. En la actualidad la comunidad parroquial es pujante cuenta con un coro, escuela de monaguillos y la liturgia se vive con fervor y participación, como el Viacrucis de la pasada Semana Santa, al que también se invitó a la comunidad cristiana anglicana.
Para conmemorar este 50 aniversario se organizó el pasado sábado una celebración especial, que reunió a feligreses, sacerdotes y miembros de la comunidad de Gerehu, para reflexionar sobre la rica historia y el legado de la parroquia desde 1974. Los feligreses participaron con canciones y danzas tradicionales, coros y obras de teatro, mostrando el camino que ha recorrido la parroquia en estas cinco décadas.
La celebración eucarística la presidió el arzobispo de Port Moresby el cardenal John Ribat MSC, que es miembro precisamente de la Congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón, ligados desde a esta parroquia desde la creación de la misma. El primer sacerdote que dio los primeros pasos para comenzar la comunidad parroquial fue el padre Kevin Murphy MSC, que celebró la primera misa en febrero de 1974 en la Escuela Comunitaria Gerehu. A aquella misa asistieron las cinco familias católicas del lugar. Desde entonces, unos 60 sacerdotes han pasado por la parroquia, sirviendo en diversos ministerios como párrocos, sacerdotes visitantes. Actualmente, el número total de feligreses se estima en más de dos millares y, desde 1974, se han bautizado un total de 4.880 feligreses. Un crecimiento que ha ido en paralelo con el crecimiento de la Iglesia en la misma diócesis de Port Moresby, donde ha pasado de apenas 20.000 católicos y una decena de parroquias atendidas por misioneros a los casi 250.000 fieles actuales 22 parroquias.
Mirando hacia el futuro, explica esta comunidad, la parroquia sigue comprometida a servir a su comunidad, difundir el mensaje de amor y compasión y alimentar la fe de sus miembros para las generaciones venideras. La celebración del Jubileo de Oro no es sólo un momento de reflexión y gratitud, sino también una celebración del brillante futuro que le espera a la iglesia y la fe cristiana.