Testimonio y gratitud de un misionero en Cádiz
- On 7 de junio de 2024
OMPRESS-CÁDIZ (7-06-24) Este pasado miércoles el misionero gaditano Manuel Ogalla compartía su experiencia de misión en Zimbabue en la Parroquia de San José de Cádiz, con la que está especialmente unido. Un testimonio que impactó a los asistentes y que ha compartido el párroco Alfonso Gutiérrez.
Como explica el párroco, este misionero que lleva más de doce años en África, recibió ayuda de esta comunidad parroquial, en la pasada Cuaresma. Una colaboración con el proyecto educativo que este misionero claretiano emprendió hace unos años en una de las aldeas más empobrecidas de Zimbabue. Aprovechando su paso por Cádiz en estos días, el padre Manuel Ogalla mantuvo este encuentro donde pudo explicar la misión que desde hace años los padres claretianos desempeñan en este país de África y de su propia labor en aquellas tierras. El misionero agradeció la colaboración de los feligreses de San José.
Los misioneros claretianos llegaron a Zimbabue en 2002 para trabajar junto a la Iglesia local y en la promoción vocacional en la misión de Gwave, en la diócesis de Gokwe. Después abrirían una nueva comunidad en Zhomba, en 2005 y, más tarde, vino la comunidad de Ruwa, con la Parroquia de San Carlos Lwanga. Al empezar a surgir vocaciones en 2012 abrieron la Claret House, la primera casa de formación claretiana en Zimbabue, en la capital Harare. Los dos primeros seminaristas que allí se formaron ya son sacerdotes claretianos. Llevan adelante parroquias y escuelas, continuando la labor de su fundador, San Antonio María Claret, que se servía de todos los medios disponibles para llevar el Evangelio a todos. Siempre conscientes de que “no se puede hablar de Dios sin devolverle la dignidad a las personas”, como reconoce Manuel Ogalla.