Las Obras Misionales Pontificias herederas de “Todos Misioneros”
- On 29 de abril de 2024
OMPRESS-MADRID (29-04-24) La Orden de los Agustinos Recoletos recordaba hace unos días una de sus publicaciones históricas, la revista “Todos Misioneros”, fruto del esfuerzo de la Orden, que en los años veinte del pasado siglo había enviado sus primeros misioneros a China. La revista quería animar misionalmente a todo el pueblo de Dios, que todos fueran misioneros.
La primera expedición misionera a China de los agustinos recoletos la formaban cinco religiosos y tenía como destino la misión de Shangqiu, en la provincia de Henan. Desde el primer momento tuvieron la idea de publicar allí mismo una revista que compartiera la labor misionera que llevaban a cabo. En 1926 habían adquirido una imprenta para imprimir catecismos y libros de oraciones en chino y, en 1928, a pesar de las tensiones revolucionarias en China, se publicaba el primer número. Desde 1929 se comenzó a imprimir en Shanghai, constaría de 32 páginas y se publicaría mensualmente.
Los agustinos recoletos han compartido un editorial de aquella época que, salvo la mención de “paganos” e “infieles” –aunque aquí no parecen tener sentido despectivo ni mucho menos– parece escrito hace unos días. Era del padre Mariano Alegría, superior de la misión de Shangqiu: “Misionero puede ser todo aquel que sienta su espíritu abrasado por esa llama divina, descendida de lo alto, que se llama celo por las cosas de Dios; misionero es el que desde su puesto, hogar, oficina, tribunal, escuelas, se acuerda de los que, redimidos con la sangre de nuestro Señor Jesucristo, le desconocen por completo; misioneros son los que, en cualquier parte y en cualquiera circunstancia, elevan al cielo una plegaria por la conversión de los infieles que, unida a los méritos de nuestro Señor Jesucristo, es de un valor infinito. Misionera, fecunda madre de muchos paganos, fue Santa Teresita del Niño Jesús, que no pisó, como San Francisco Javier, las tierras de Indias y del Japón, y Misionero puedes serlo tú, lector amable, si, como ella, tratas desde hoy de hacer algo por la salvación de las almas”. En realidad el padre Alegría firmaba con el pseudónimo de “Tahutse”, “barbudo”.
“Todos Misioneros” acabaría siendo la revista misional de la Orden, y se siguió publicando en Shanghai hasta 1941, cuando se interrumpió por la Segunda Guerra Mundial. En mayo de 1944 se retomó su publicación en el convento de Marcilla, en Navarra. Con el paso del tiempo, los artículos de la misión en China disminuyeron, sobre todo a partir de la expulsión de los religiosos de China en 1952, y comenzó a dar entrada a noticias de otras misiones de la Orden y de diversa índole. En 1970 la revista dejó de tener nombre y vida propios –si bien entregó a la nueva revista todas sus suscripciones–, y pasó a formar parte, junto con otras publicaciones misionales, de la revista “Pueblos del tercer mundo” de las Obras Misionales Pontificias de España. Esta cambió su nombre al actual “Misioneros tercer milenio”. Desgraciadamente, apuntan los recoletos, aparecen muy pocos artículos de las misiones recoletas. “Misioneros tercer milenio” asumió un total de 17 cabeceras misioneras de igual número de congregaciones religiosas.