Un misionero fallecido: “He sido feliz sufriendo lo mismo que la gente sufría”
- On 10 de abril de 2024
OMPRESS-ALICANTE (10-04-24) Este pasado domingo día 7, Domingo de la Misericordia, fallecía a los 91 años, en la Casa Sacerdotal de Alicante el sacerdote misionero Venancio Ortiz González, miembro del IEME, el Instituto Español de Misiones Extranjeras. Pasó 43 años en diversos destinos de misión en cuatro países de Hispanoamérica.
Nació en Rojales, Alicante, el 31 de enero de 1933, hijo de Juan de la Cruz y de Ascensión. Tras comenzar a estudiar en el Seminario de Alicante, en el tercer curso de Filosofía se incorporó al Seminario de Misiones, en Burgos, donde se formaban los misioneros del IEME. Allí cursó sus estudios de Teología. Ordenado sacerdote en Oña, Burgos, el 30 de julio de 1959, fue nombrado director espiritual del Seminario Menor de Misiones en Alzola, Guipúzcoa, donde también fue profesor hasta 1965.
A partir de ese año es destinado por el IEME a Colombia, donde estuvo seis años. En 1971 su nuevo destino sería Perú. En 1979 volvería a Alicante a la parroquia de la localidad de San Miguel de Salinas. Dos años después partía de nuevo, en esta ocasión, a Costa Rica. En 1992 pasaría a su último destino de misión, en Panamá, hasta que volvió en 2008 a su localidad natal de Rojales. Nombrado hijo predilecto del pueblo, Venancio no dejaba de decir, refiriéndose a su vida misionera, que “si fuera joven volvería a hacer lo que he hecho en mi vida; he sido muy feliz y he sufrido lo mismo que la gente sufría”.
Como él decía: “Creemos que vamos a enseñar a otros países pero son sus habitantes los que nos enseñan; me han enseñado mucho más que yo a ellos”. Desde sus primeros años de seminario ya sabía cuál iba a ser su trayectoria: “Siempre me gustó la misión, no como una aventura, sino para estar con los más necesitados; esta vocación depende de Dios, acercarse a otros pueblos y a su cultura, aprender de ellos y conocerlos mediante la Antropología”. En sus años como misionero en Hispanoamérica conoció la “tercera cultura de las Américas”, la de los afroamericanos, que le conquistó.
Sus exequias, celebradas ayer por la tarde en la Iglesia parroquial de San Pedro Apóstol de Rojales, fueron presididas por Mons. José Ignacio Munilla, Obispo de Orihuela-Alicante, con gran asistencia de sacerdotes y de toda la gente del pueblo, donde era muy querido.