Meditar la Cuaresma con un misionero
- On 5 de marzo de 2024
OMPRESS-CÁDIZ (5-03-24) Manuel Ogalla es un misionero claretiano que está ahora en Zimbabue. Este misionero, gaditano de origen, ha compartido con la Delegación de Misiones de Cádiz y Ceuta unas meditaciones para vivir la Cuaresma como un “lugar” para el encuentro con Dios.
Las meditaciones, muy breves, se pueden encontrar en el blog de noticias de la Delegación de Misiones gaditana. Una por cada domingo de Cuaresma. En la primera, “Ojalá vivamos esta Cuaresma como un desierto”, decía: “Así lo diría en Zimbabue el pueblo shona, el pueblo que me acoge y enseña: ‘Gwenga inzvimbo yokusangana naMwari’. Ojalá vivamos esta Cuaresma como un desierto (gwenga) al más puro estilo bíblico, es decir, el lugar donde saborear la ternura de nuestro Dios, donde redescubrir la esperanza, donde se abre el cielo para nosotros…”. En la del segundo domingo, con el título “¿Qué se esconde detrás de un rostro?”, Manuel Olalla decía: “El rostro de Jesús es una fuente inagotable de vida y esperanza. La mirada de Jesús tiene un destello especial porque no brilla para sí, sino que alumbra y calienta hasta el punto de hacer exclamar a los que tiene cerca: ¡Qué bien se está aquí!”. La tercera meditación, la de este pasado domingo, el tercero de Cuaresma, “Dios ¿una mercancía más?”, recodaba Manuel que “la dinámica de la fe está muy alejada de intercambios mercantiles o de regateos amañados, por el contrario, se parece más al gesto cálido y sincero de un abrazo. El Dios de Jesús es el Dios que sale a nuestro encuentro y nos desarma, nos desinstala, rompe nuestros esquemas, nos deja sin palabras… porque se funde contigo y conmigo en un abrazo”.