OMPRESS-BRASIL (26-02-24) Ayer domingo 25 de febrero fallecía a los noventa años de un infarto de corazón el sacerdote misionero madrileño Nicasio Fernández Pozuelo. Hoy se celebra la Misa de cuerpo presente en Serrinha, en la Catedral Senhora Santana. A esta diócesis, la de Serrinha, dedicó la mayor parte de sus más de 60 años de vida misionera. Allí, en tierras brasileñas, descansarán sus restos.

Nacido en Villanueva de la Cañada, Madrid, el 29 de marzo de 1934, Nicasio se ordenó sacerdote en 1960, y tras diversas responsabilidades en parroquias de la archidiócesis de Madrid, partió para la misión en Brasil en 1979. Allí estaría como misionero durante más de 40 años, más un interludio de cuatro años que pasó en Ecuador, en el Vicariato Apostólico de Puyo. Su primer destino en 1979 fue Río de Janeiro, donde estuvo ocho años, junto a otros sacerdotes misioneros españoles. Todos ellos miembros de la OCSHA, la Obra de Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana.

Su segundo destino fue la diócesis de Feira de Santana, en el estado brasileño de Bahía. La parroquia de la que se hizo cargo al inicio acabaría siendo la actual catedral de una nueva diócesis, la de Serrinha. En aquellas tierras fundaría más de 60 capillas y más de 90 comunidades cristianas. Todas ellas con su sagrario para que fueran acompañadas en su vida de fe por el Señor en la Eucaristía. Para lograrlo, Nicasio aprendió a esculpir saliendo de sus manos 200 sagrarios que siguen repartidos por toda la geografía de Serrinha. Su labor misionera y su ejemplo de entrega a Dios ya los demás fue un impulso para que varios jóvenes descubrieran su vocación sacerdotal y tomaran el testigo de Nicasio de llevar a Jesús a los demás.