La misión hace crecer en los niños la generosidad y la solidaridad
- On 10 de enero de 2024
OMPRESS-BARCELONA (10-01-24) El arzobispo de Barcelona, el cardenal Juan José Omella, ha dirigido una carta a sus feligreses con motivo de la Jornada de Infancia Misionera de este domingo 14 de enero. Con una gran claridad explica qué es la Infancia Misionera y cómo fomenta en los más pequeños la universalidad, uno de los principales rasgos del cristiano. Además, la carta se puede escuchar de voz del mismo cardenal aquí.
“Este domingo segundo del tiempo ordinario la Iglesia en España celebra la Jornada de la Infancia Misionera. Es una iniciativa mundial que recuerda la noble labor de los misioneros que se dedican a atender a los cerca de 4 millones de niños en 120 países que se calcula que se benefician de esta gran obra evangelizadora y asistencial. Las Obras Misionales Pontificias son una iniciativa de la Iglesia católica que promueve y depende directamente del Papa y que tiene por finalidad el sostenimiento económico y espiritual de los territorios de misión.
La Infancia Misionera es una de las cuatro Obras Misionales Pontificias y fue fundada en 1843, es decir 80 años antes de la Declaración de los Derechos de la Infancia de Ginebra. La Infancia Misionera fue creada en Francia bajo la protección del Niño Jesús por el sacerdote Carlos de Forbin-Janson. Este aristócrata parisino renunció a su cargo político para ponerse al servicio de Dios, en particular para defender la figura del Papa, restaurar la fe en Francia y evangelizar el mundo.
La Obra de la Infancia Misionera no solo pretende canalizar la ayuda hacia las misiones sino que también quiere poner a los niños en el centro de la labor evangelizadora, les quiere dar el protagonismo de la misión. Ellos también son misioneros en sus entornos. La misión en los niños los hace crecer en generosidad, solidaridad y en amor al prójimo. Las aportaciones recogidas gracias a esta iniciativa ayudan a llevar a cabo una tarea que beneficia a los niños en los territorios de misión. Son recursos necesarios para poder ofrecerles un desarrollo físico, humano y espiritual básico. Hay cerca de 2.500 proyectos en el ámbito de la educación, la salud, la protección de la vida y la evangelización directa.
El carácter universal de la Iglesia queda patente con iniciativas de ayuda como la Obra de la Infancia Misionera. Ciertamente todos nos sentimos parte de la gran familia de la Iglesia. Ya desde sus inicios los cristianos tenían la idea de hacer un fondo común y distribuirlo según las necesidades. Muchos países hacen su aportación al fondo universal de solidaridad. Nuestro país envió el año pasado cerca de 2.300.000 euros que beneficiaron a niños de 44 países.
Como propone el lema de este año de la Infancia Misionera, ‘Comparto lo que soy’, os animo a todos a compartir y hacer comprender la necesidad de la misión y de ser misioneros. Es importante que los más pequeños también sean protagonistas. Necesitamos su iniciativa, alegría y creatividad. Queridos hermanos y hermanas, os animo a participar en la colecta de este domingo a favor de la Obra de la Infancia Misionera. Seamos luz para el mundo de la mano de Jesús. Seamos con los más pequeños sembradores de estrellas de esperanza y no dejemos de colaborar también con nuestra oración en esa Obra importante de la Infancia Misionera”.