Fallece Josiah Asa K’Okal, misionero de la sonrisa y la cercanía
- On 3 de enero de 2024
OMPRESS-VENEZUELA (3-01-24) Su cuerpo se encontró ayer, tras desaparecer el día anterior 1 de enero. Josiah K’Okal, misionero de la Consolata keniata, ya con nacionalidad venezolana, dedicó los últimos 15 años de su vida a servir a los indígenas Waraos y a las personas más pobres en Delta Amacuro.
En un mensaje publicado en las redes sociales, los Misioneros de la Consolata de Venezuela expresan su duelo y esperanza en la vida eterna: “querido hermano, que tu alma descanse en paz. Gracias por tanto amor por esta tierra venezolana, gracias por ser un gran misionero. Que María Consolata te tenga entre tus elegidos”. Reconocido como un misionero de sonrisa larga, cercanía y diálogo, el padre Josiah había nacido en 1969 en Siaya, Nyanza, Kenia. Ingresó a la comunidad de los Misioneros de la Consolata donde realizó su profesión religiosa en 1993. Después de realizar sus estudios teológicos en Londres, fue ordenado en 1997. Ese mismo año 1997 fue destinado a Venezuela, donde colaboró en la Animación Misionera y Vocacional (AMV), en la pastoral Afro y parroquial en Barlovento, en la pastoral y AMV en Barquisimeto, y en la Pastoral Indígena en Nabasanuka y Tucupita. También fue administrador, consejero, vicesuperior y superior de la Delegación de los Misioneros de la Consolata en Venezuela.
Su gran dedicación al pueblo Warao, desde 2006, lo llevó a estudiar su lengua y su cultura, acompañando incluso su migración a otras regiones de Venezuela y a Brasil. Esta entrega a las causas del pueblo venezolano le mereció la ciudadanía del país.
En 2022 concluyó una maestría de Investigación en antropología, en la FLACSO de Ecuador, sobre los Waraos que migran a Brasil. El título de su investigación fue: “Entre vulnerabilización y resistencia estratégica: el caso de los desplazados Warao en Boa Vista».
Había salido en bicicleta a visitar a los fieles el primer día del año, y fue encontrado sin vida en Guara, en el Estado Monagas, este martes 2 de enero. Tenía 54 años de edad, 30 de profesión religiosa y 26 de sacerdocio.
Ante su inesperada muerte, los Misioneros de la Consolata han recibido muchos mensajes de condolencia. Como recoge el CELAM, Las Obras Misionales Pontificias de Venezuela han recordado que el padre K’Okal “se hizo apóstol y hermano del pueblo Warao, con quienes vivió la mayor parte de su vida sacerdotal. Siempre atento a sus necesidades y compañero de sus luchas. Nos quedamos con el mejor recuerdo de un misionero alegre que supo acoger a todos para ofrecer consuelo y cercanía”. Del Consejo Indigenista de Brasil (CIMI) llegó un mensaje de reconocimiento al padre Josiah, como “una de las personas con mayor trayectoria en el trabajo con el pueblo Warao, contribuyendo mucho en Brasil con grupos pastorales y agentes, también del CIMI, a conocer la realidad del pueblo Warao, el contexto de su movilidad a Brasil y ayudó con propuestas de trabajo con el pueblo Warao en Brasil”.