100 años de la misión en China de los Agustinos Recoletos
- On 5 de diciembre de 2023
OMPRESS-CHINA (5-12-23) Los Agustinos Recoletos abren hoy 5 de diciembre, en la Parroquia de Santa Rita de Madrid, las celebraciones del primer centenario de la misión en China. Una aventura misionera que comenzó en 1924 y que dura hasta hoy. Todo comenzó en la misión en Kweiteh –Shangqiu–, en la provincia china de Henan. Una celebración que se prolongará hasta el día del DOMUND del próximo año, el 20 de octubre de 2024. Junto a diversos actos que irán teniendo lugar durante estos meses, cada semana en la web de www.agustinosrecoletos.org y en las redes sociales de la Provincia de San Nicolás de Tolentino de la Orden, se publicará un artículo sobre los protagonistas de la historia de esta misión y sobre temas relacionados con ella. Los Agustinos recoletos han elegido como lema de este centenario “Sembradores de esperanza”, con el objetivo de “renovar el espíritu misionero y recordar que las dificultades y el dolor del martirio pueden solventarse con sentido de fe, con diálogo y perdón, con ejemplaridad, sin caer en odios ni violencias”.
Hoy, 5 de diciembre, a las 17:30 horas en la Parroquia de Santa Rita de Madrid, España, darán inicio a este centenario de una historia que aúna la ejemplaridad de unos pocos misioneros con el ímpetu de mujeres y hombres que viven su fe aun en medio de enormes dificultades y de intensas presiones ideológicas.
En Shangqiu, Henan, China, propios y extraños visitan hoy una hermosa catedral. Después del budismo y el taoísmo, el catolicismo es la tercera religión, algo nada común en un país donde solo el 9% de la gente practica una religión. Esta heroica página de la historia de las misiones católicas y de los Agustinos Recoletos que dura hasta hoy comenzó en 1924, cuando solo 700 de los 2,5 millones de habitantes de la prefectura eran católicos. Durante los siguientes 30 años fueron enviados 26 misioneros y seis monjas desde España y Filipinas. Con su palabra y ejemplo hasta 10.000 personas abrazaron la fe, y las vocaciones locales sumaron 22 religiosas y 17 religiosos chinos.
Durante estos años, señalan los Agustinos, el Evangelio fue bien acogido por su mensaje de amor en una sociedad muy castigada por la miseria y la violencia. Aunque sufrieron el azote de las guerras y la persecución, los misioneros sembraron a su alrededor esperanza, paz y seguridad, sobre todo con quienes más sufrían, como las niñas y los enfermos. Dos de ellos, Mariano Gazpio y Esperanza Ayerbe, están en proceso de canonización.
En 1952 los religiosos españoles son expulsados, y cinco recoletos y un seminarista chino murieron en campos de trabajos forzados. Los que sobrevivieron lograron desde 1989 retomaron la misión, en la que la tarea de los laicos y, especialmente, de las mujeres, ha sido clave en este mantenimiento de la fe y de la comunidad.