OMPRESS-INDIA (29-11-23) El rector del Seminario Patriarcal de Rachol, en Goa, el más antiguo de la India, agradece la generosidad de las Obras Misionales Pontificias de España que le hacían llegar su apoyo a la formación de los seminaristas, futuros sacerdotes y responsables de la labor evangelizadora que San Francisco Javier impulsara en estas tierras.

Como explica en una carta el rector del seminario, el padre Donato Rodrigues, el edificio del seminario tiene 413 años y necesita constantes reparaciones por lo que toda ayuda es bienvenida. De hecho el seminario se construyó como colegio jesuita en 1610 y, tras la supresión de la Compañía de Jesús en los territorios de la Corona portuguesa, entre los que estaba incluida Goa, el edificio pasó en 1762 a convertirse en el seminario de la archidiócesis.

La suma que se ha hecho llegar al Seminario para apoyar la formación de los 42 seminaristas es fruto de la campaña de Vocaciones Nativas que impulsa la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol. Una de las cuatro Obras Misionales Pontificias, la Obra de San Pedro Apóstol tiene como objeto el impulso a las vocaciones en los 1.122 territorios de misión. Con todas las aportaciones de las Iglesias de todo el mundo, también de la India, que el año pasado aportó 175.000 dólares, se hace un Fondo de Solidaridad para apoyar a los seminarios, noviciados y casas de formación de estos territorios. Una vez que se conocen los recursos disponibles es cuando se reparten y llegan las órdenes de pago a cada dirección nacional de las Obras Misionales Pontificias, que procede a enviar la ayuda. En el caso de este seminario de Goa, correspondió a la dirección nacional de España enviar los 13.200 dólares destinados a la manutención y formación de los seminaristas.

Junto a su gratitud a los católicos españoles, el padre Donato añade todo un informe sobre cómo se impulsa la formación litúrgica, catequética e intelectual de los jóvenes acogidos en el seminario de Rachol. Se les forma también en música, como parte de su currículum, dada la importancia que las comunidades cristianas indias dan a los coros y al canto. Cuenta también que él mismo, el rector, es el responsable de las Obras Misionales Pontificias en Goa, lo que ayuda a inculcar en los seminaristas el amor a la misión y a las misiones y a implicarse, en la práctica, en la organización de las campañas misioneras en la diócesis, en especial el Domund. Un espíritu misionero que va siempre unido tanto al diálogo religioso, compartiendo las alegrías de otras comunidades religiosas y mostrando su respeto, como al apostolado de la caridad. Esto último se considera muy importante, por lo que cada semana dedican un día a visitar a pobres, ancianos y enfermos, ayudándoles en las cosas prácticas y llevándoles también consuelo y cercanía en sus dificultades. Como explica el rector, esto ayuda a los seminaristas, como futuros sacerdotes, a formar su corazón en el amor a los demás.

Su donación marca la diferencia decía el padre Donato Rodrigues en su carta. Una diferencia que estriba en el hecho de que, gracias a su generosidad y a su oración por las vocaciones, muchos fieles españoles se han unido a la labor de formación de estos seminaristas indios y, también, a los frutos de su futura vida sacerdotal.