El mensaje del Papa Francisco al Congreso Misionero de Brasil
- On 14 de noviembre de 2023
OMPRESS-BRASIL (14-11-23) Desde el pasado viernes hasta mañana se está celebrando en Manaos, en pleno territorio amazónico, el V Congreso Misionero Nacional de la Iglesia brasileña. El Papa Francisco ha querido hacer presente en el mismo con un hermoso mensaje en el que ha recordado la labor de tantos misioneros que llegaron a Brasil y que ahora parten de allí a otras tierras.
“Queridos hermanos y hermanas, con el corazón lleno de alegría y de esperanza, me dirijo a todos los participantes en el V Congreso Nacional Misionero, que demuestra que el mandato evangélico del Señor aún resuena con fuerza en la Iglesia que peregrina en tierras brasileñas: ‘Vayan por todo mundo y proclamen el Evangelio a toda criatura’ (Mc 16, 15). En efecto, el inspirador tema de vuestro encuentro nos recuerda precisamente que la Iglesia local no debe encerrarse en sí misma, dentro de sus fronteras geográficas y culturales, sino que está llamada a ir hasta los ‘confines del mundo’, llevando el mensaje de Cristo a otras tierras, evangelizando nuevas culturas.
Me alegró especialmente la elección del lema de este Congreso Misionero: ‘corazones ardientes, pies en camino’, evocador del encuentro del Resucitado con los discípulos que iban camino a Emaús, donde podemos contemplar un modelo de acción evangelizadora. En primer lugar, es necesario dejar que Jesús camine con nosotros, dejarle recorrer con nosotros el camino de nuestra vida. Luego, debemos estar atentos mientras nos explica las Escrituras, para sentir arder nuestro corazón al escuchar sus palabras. Finalmente, debemos reconocerlo al ‘partir el pan’, haciendo del encuentro con el Señor, presente en la Eucaristía, fuente de nuestro entusiasmo por la misión y de nuestra comunión eclesial.
Espero que las Iglesias locales de este inmenso Brasil, con el corazón ardiente por la pasión de evangelizar, se pongan en camino anunciando con alegría a Cristo resucitado a todos los pueblos. Os pido que no dejéis que se apague el ardor que sin duda habéis experimentado durante el Congreso.
Felicito de todo corazón a las diócesis brasileñas que asumen el mandato misionero y superan las barreras territoriales mirando hacia los confines del mundo: cuántos hermosos testimonios de misioneros que, partiendo de esta querida nación, anuncian la Buena Nueva en otros países, en otras culturas. Se encuentran en los lugares y continentes más distantes, a menudo en situaciones desafiantes, frente a una humanidad herida por una cultura que descarta a los más frágiles. Sin embargo, al anunciar el Evangelio en medio de tantos obstáculos, dan un significado hermoso y verdadero a su existencia.
Es significativo que este Congreso se realice en el centro de la amada Amazonía, ¡siempre presente en mis oraciones y en mi corazón! La fe cristiana llegó a estas tierras como fruto del ardor misionero de hombres y mujeres intrépidos. Ante ese anuncio, la respuesta que surge de ese cimiento no podría ser diferente: el encanto de la Buena Nueva que os ha llegado no os deja acomodados en una Iglesia cerrada en sí misma y asustada, sino que os empuja con la fuerza del Espíritu a ir más allá de las fronteras.
Encomendando este deseo a la intercesión de Nuestra Señora de Aparecida, Reina y Patrona de Brasil, os imparto de corazón mi bendición, pidiéndoos que no os olvidéis de rezar por mí y por la misión que también he recibido”.