OMPRESS-NIGERIA (31-10-23) El hermano Godwin Eze, uno de los tres monjes benedictinos secuestrados la noche del pasado 17 de octubre en el monasterio de Eruku en el estado de Kwara, al oeste de Nigeria, ha sido asesinado por sus captores. Los otros dos, Anthony Eze y Peter Olarewaj, fueron liberados el 21 de octubre. Según los dos postulantes liberados, un gran grupo de hombres armados, la acostumbrada banda de pastores de etnia fulani, atacaron el dormitorio del noviciado del monasterio alrededor de la 1 de la madrugada del 17 de octubre. En el edificio estaban durmiendo una decena de novicios y postulantes. Tres fueron capturados y obligados a caminar descalzos por el bosque. Al llegar a la orilla de un río, los bandidos dispararon al hermano Godwin y arrojaron su cuerpo al agua. Luego les amenazaron con machetes.

Los secuestros y asesinatos de sacerdotes, religiosas y religiosos, y de seminaristas se suceden. Al asesinato se une la tortura, y solo en algunos casos, las víctimas de un secuestro salen ilesas. En este mismo mes de octubre, también han sido secuestradas tres hermanas de las Hijas Misioneras de Mater Ecclesiae (MDME), que fueron liberadas el 13 de octubre, y el seminarista Peter Eyakeno Sunday de los Hijos Misioneros de la Santísima Trinidad y el chófer Emmanuel Awoke. Los religiosos y sacerdotes en Nigeria manifiestan que temen por sus vidas, y tienen que tomar precauciones, saliendo rara vez de noche. Solo en 2022, fueron secuestrados 28 sacerdotes

Aunque estos incidentes se repiten, la Iglesia local no renuncia a la evangelización, como muestra la labor y el testimonio de vida de los amenazados. No obstante se respira tensión en Nigeria porque la violencia no ha dejado de aumentar, alimentada por grupos armados y terroristas que atacan a los cristianos. La situación de esta violencia anticristiana en el Norte, donde es más grave, comienza a extenderse a otras regiones de este inmenso país, donde el 53% de la población es musulmana y el 46% cristiana, si bien solo el 11% es católica.