“Misioneros por el mundo” llega a Kwangyu: la Iglesia con los discapacitados

“Misioneros por el mundo” llega a Kwangyu: la Iglesia con los discapacitados

  • On 9 de octubre de 2023

OMPRESS-COREA (9-10-23) “Misioneros por el Mundo” llega este viernes, 13 de octubre, a las 21:15h, a Kwangyu, en Corea del Sur. De la mano de Obras Misionales Pontificias y TRECE TV, este capítulo presenta el difícil trabajo de inculturación que los misioneros deben realizar para hacer presente el amor de Jesús en una población de mayoría budista.

No es tan complicado entre los más sencillos, como los discapacitados, a los que Alejandro Gárate, un franciscano guipuzcoano, se dedica en cuerpo y alma sin dejar de sonreír. Ellos, sin darse cuenta, le enseñan al misionero “el sentido de la vida”. Alejandro llegó a Corea hace casi 60 años y ahora dirige una residencia para unas 40 personas con los tipos de discapacidad más severa, porque a los que pueden trabajar, sin dejar de estar pendientes de ellos, los franciscanos los animan a vivir de forma independiente en sus propios pisos “dándoles responsabilidad y haciéndoles uno con la sociedad y que la sociedad les acepte”.

Para Alejandro, una de las bases del Evangelio es “atender al necesitado”, y los discapacitados lo son, porque quedan “a veces muy abandonados o las familias muy atadas”. El franciscano dice que “la misión es servicio y agradecimiento, porque el otro me acepta a su lado, y eso es lo más difícil, hacer grandes obras es más fácil”. Y el misionero subraya “yo no he venido a hacer un trabajo, he venido a ser, a vivir; el trabajo es consecuencia”.

El Café “Francisco”, puesto en marcha por los franciscanos, lleva el nombre por san Francisco, aunque el Papa también es Francisco, señala Alejandro. Una vez más, el objetivo del Café es “hacer entrar en la sociedad a los discapacitados”. En el Café trabajan “muy contentas” algunas personas con discapacidad para las que este trabajo “es muy divertido”, tal vez porque el principal objetivo “no es sacar dinero”.

La inculturación de los misioneros en Corea comienza en lo cotidiano. El padre José Antonio Morales es un Misionero de Guadalupe, de origen mexicano, que trabaja como capellán en un mercado de la ciudad de Kwangyu, que cuenta con su propia capilla. Desde las 7 de la mañana a las 6 de la tarde, los coreanos se dejan la piel trabajando en el mercado; para ellos el dinero es muy importante y uno de los obstáculos para encontrar un tiempo para Dios, incluso entre los católicos.

El misionero conoce bien este país donde llegó hace unos 33 años para anunciar el Evangelio y apoyar a la Iglesia, que al principio contaba con más misioneros que sacerdotes coreanos, aunque el crecimiento del clero local ha permitido a los misioneros dedicarse a trabajos más específicos como “universidades, hospitales o mercados”.

El padre Antonio dice que ser capellán del mercado es muy interesante, porque “más que ellos vengan, hay que ir hacia ellos y ver cuáles son sus dificultades”. A veces se acerca a alguna tienda para comprar algo y esa es la excusa para iniciar una conversación, que muchas veces acaba con una invitación a acercarse a la iglesia, aunque pocos lo hacen si no tienen un conocido que los acompañe. La gente, incluso la no católica, reconoce al sacerdote por el alzacuellos y le saluda con respeto. Este saludo es en ocasiones “un modo de comenzar la misión”. Y una de las cosas que más llenan de satisfacción al padre Antonio “es ver que a través de la fe, de la misión, la gente va cambiando interiormente, en su forma de ver la vida, encontrándole un poco más de sentido”.

Todos los programas se pueden ver en el canal de Youtube OMP en los medios.

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