En memoria de un obispo misionero que dedicó su vida a Bolivia
- On 14 de septiembre de 2023
OMPRESS-ITALIA (14-09-23) El pasado sábado en la localidad de Verdellino, diócesis de Bérgamo, en el norte de Italia, en una ceremonia con numeroso público, se ponía el nombre de Mons. Eugenio Scarpellini, a una escuela infantil de la localidad. El obispo misionero que pasó su vida en la misión en Bolivia, fallecido hace tres años víctima del covid.
Fue una ceremonia muy concurrida que se desarrolló en el patio de la escuela infantil de Via Marconi de Verdellino. La administración municipal quiso poner el nombre de Mons. Scarpellini a la escuela porque el misionero es una figura querida y estimada en la ciudad por su compromiso con los débiles y los pobres. Muchos antiguos alumnos y familias de los que ahora asisten a la escuela llenaron el patio donde se descubrió la placa con el nuevo nombre. Estuvieron presentes en la ceremonia familiares, autoridades civiles y religiosas, así como el alcalde Silvano Zanoli, y concejales.
Los primeros en recordar al querido obispo fueron sus hermanos sacerdotes, entre ellos el párroco de Calusco, Don Santino Nicoli, compañero de seminario y misionero también en Bolivia, junto al director del Centro Misionero de Bérgamo, Massimo Rizzi, además de Anna Mazzucchi, que trabajó junto al obispo en la Fundación Cerefe, que ayudó a crear un centro de rehabilitación en El Alto, Bolivia, la diócesis de la que Mons. Scarpellini fue nombrado obispo en 2010.
Fue una oportunidad para recordar su figura, su pasión por servir a los necesitados, su capacidad mediadora y pacificadora que hizo de Monseñor Eugenio una figura destacada por su alto nivel moral que lo llevó, en momentos de mayor tensión política, en Bolivia, a ser un punto de encuentro para los partidos políticos enfrentados. Así lo mostró también la decisión del Parlamento Boliviano de dedicar un minuto de respetuoso silencio apenas tuvo noticia del fallecimiento del obispo misionero.
Al final, el párroco Don Stefano Piazzalunga bendijo el edificio antes de que se revelara la inscripción que le da nombre. Paralelamente a la ceremonia, se colocó en el edificio un panel de cerámica que representa a Monseñor Eugenio levantando a un recién nacido tras bautizarlo.
En los últimos 60 años decenas y decenas de sacerdotes, laicos e incluso obispos han partido hacia Bolivia desde Bérgamo. La Iglesia de Bolivia ha agradecido la aportación que han hecho todos estos misioneros salidos de la diócesis italiana. Fue en 1962, cuando el Papa Juan XXIII le pidió a su diócesis natal que ayudara a la Iglesia boliviana. Se creó entonces un hermanamiento que ha durado en el tiempo y aún es fuerte, con la presencia de una treintena de misioneros bergamascos en el país andino. Tampoco es una coincidencia que la comunidad boliviana más grande de Italia esté en Bérgamo.