Sudán de Sur acoge a refugiados en medio de su pobreza
- On 12 de julio de 2023
OMPRESS-SUDÁN DEL SUR (12-07-23) El obispo de Malakal, en Sudán del Sur, una población situada en la frontera norte con Sudán, hablaba sobre la preocupante situación humanitaria de los refugiados que huyen del conflicto desatado en Sudán y que está llevando al límite a un país que tiene sus propios conflictos. De hecho alrededor del 70 por ciento de los sursudaneses viven por debajo del umbral de la pobreza y, en el índice mundial de desarrollo humano, Sudán del Sur ocupa el último lugar.
Mons. Stephen Nyodho Ador explicó, según informa AMECEA, la Asociación de Conferencias del Este de África, que la situación humanitaria en Malakal es grave a pesar de los esfuerzos de la Iglesia por ayudar a los refugiados. Tras el estallido del conflicto en Sudán, muchas personas se han visto obligadas a huir y buscar refugio en esta zona de la ciudad de Malakal, cercana a la frontera. La mayoría de estos refugiados en realidad son sursudaneses que huyeron a Sudán por los conflictos en su propio país. Ante la violencia desatada en Sudán desde abril se fueron estableciendo en Renk, más al norte de Malakal, con la intención de llegar a sus lugares de origen en el propio Sudán del Sur. Malakal está a la orilla del Nilo Blanco, por lo que la Iglesia fletó un barco que puedo transportar a 900 personas, pero ha sido muy difícil. La diócesis está dedicando todos sus fondos a ayudar a todas estas personas que huyen y agradeció a las organizaciones humanitarias que están dando su apoyo.
Se estima que 250.000 personas han cruzado las fronteras de Sudán huyendo del conflicto que estallara el en abril, buscando refugio en los vecinos Chad, Egipto, Etiopía, República Centroafricana y Sudán del Sur. De ellos 67.000 son sursudaneses que habían buscado asilo en Sudán han decidido regresar a Sudán del Sur. Se calcula que Sudán albergaba a más de 803.000 refugiados de Sudán del Sur. Los combates en Sudán comenzaron el 15 de abril entre las Fuerzas Armadas de Sudán, encabezadas por el líder de facto de Sudán, Abdel Fattah Al-Burhan, y las Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares, dirigidas por el diputado Mohamed Hamdan Dagalo, también conocido como Hemetti. Los enfrentamientos han sumido al país en una crisis humanitaria, con cerca de 3.000 muertos y 1,8 millones de desplazados dentro de Sudán o al otro lado de sus fronteras, según la ONU.
En una declaración firmada por los obispos del Sur de Sudán el pasado 30 de junio expresaban su dolor porque “se están cometiendo abusos contra los derechos humanos a diario, matando, saqueando y violando”. Además, “se están destruyendo hospitales y negando a la población civil servicios esenciales como el acceso a alimentos, agua y electricidad”. Explicaban que la población de Sudán “han dado a conocer sus deseos a través de las protestas no violentas que derrocaron al presidente Bashir en 2019 y que continuaron después de la nueva toma del poder militar en 2021”. La población se ha resistido a los regímenes militares dictatoriales en Sudán durante muchos años. Los obispos prometieron que la Iglesia Católica en Sudán del Sur continuará brindando apoyo moral y solidaridad al pueblo de Sudán, a pesar de sus propios problemas. Animaban a los fieles cristianos a abrir sus puertas “en el amor, la caridad y la solidaridad con vuestros hermanos y hermanas que vienen de Sudán”.