OMPRESS-FILIPINAS (12-07-23) Los peregrinos y devotos de Filipinas pueden ahora venerar una reliquia de San Isidro Labrador en un santuario diocesano dedicado al santo español del siglo XII en la provincia de Bulacan, al norte de la capital filipina.

La reliquia ha sido un “regalo” de la Archidiócesis de Madrid, que alberga, en la Real Basílica Colegiata de San Isidro, el cuerpo del santo patrón de los agricultores, y del que el año pasado se celebró el 400 aniversario de su canonización. Herencia de los misioneros que llegaron a Filipinas, muchos de ellos madrileños o devotos del Santo labrador, el santuario de Pulilan, en Bulacan, no es la única parroquia dedicada a San Isidro. Lo que hace especial este santuario es la celebración todos los años, el Día de San Isidro, del Festival del Carabao Arrodillado. Los carabaos son los búfalos de agua que se utilizan en muchos países del sudeste asiático para las labores agrícolas. El festival de este año atrajo a más de 100.000 personas. En el festival se les da un descanso para recorrer las calles de Pulilan, adornados con vivos colores. El punto culmínate del festival es cuando los carabaos, entrenados para ello, se arrodillan frente a la Iglesia Parroquial de San Isidro en el centro de la ciudad como un gesto de gratitud a su santo patrón San Isidro Labrador por la cosecha y como parte de las plegarias para que el año siguiente sea esta abundante. Este año han sido 300 los carabaos “arrodillados”, llegados de Pulilan y los pueblos cercanos. Es un festival que se celebra desde 1930 y es tradicional que a través de gesto los animales aprendan a arrodillarse, poniéndoles unas almohadillas para que no se hagan daño.

La archidiócesis de Madrid entregó el domingo 14 de mayo, como colofón del Año Santo de San Isidro, 17 reliquias que han partido con destino a iglesias de todo el mundo dedicadas al santo madrileño. Las reliquias son ex corpore, trozos de piel del santo adheridas al lienzo con el que se envolvía el cuerpo. Dicho lienzo, regalado por la reina María Cristina, se restauró con motivo de la apertura del sarcófago para el estudio anatómico forense que se realizó al cuerpo del labrador, y cuyos resultados fueron presentados en noviembre del año pasado.

Durante el proceso de restauración, cuenta el delegado para las Causas de los Santos en Madrid, se hallaron y analizaron pequeños insectos, flores secas, alfileres, piedrecitas y piel humana seca. Observa Fernández que para proteger los cuerpos, más en el caso de san Isidro que se mantiene incorrupto desde hace casi nueve siglos, no se permite extraer reliquias, pero estas estaban desprendidas según explicaba el arzobispado de Madrid. Así, se hicieron 17 relicarios, que son pequeñas tecas de plata, para albergar las 17 reliquias. Los 17 se asignaron a parroquias y hermandades de España, Filipinas, Colombia, Argentina, Italia y México, relacionadas con el santo.