Vivir consolando en la misión de Ali Sabieh
- On 11 de julio de 2023
OMPRESS-DJIBUTI (11-07-23) La hermana Mugambi Grace, es una Misionera de la Consolata que vive con su comunidad en Djibuti, el pequeño país rodeado de Eritrea, Somalia y Etiopía, y en el que la mayoría es musulmana. La comunidad de la hermana Grace lleva consuelo –el carisma de su congregación– a los “últimos” en este remoto lugar del mundo.
“Nosotras, Hermanas Misioneras de la Consolata en Ali Sabieh, somos felices por dar testimonio y compartir la consolación entre las gentes de Ali Sabieh. Cada mañana experimentamos la presencia de Dios mientras nos ponemos a servir a los que no tienen voz: a los necesitados, a los abandonados, etc… Creemos que Dios nos habla a través de sus rostros.
La Misión Católica de Ali Sabieh es una institución compleja con numerosas actividades en curso. En la misión tenemos actualmente la Escuela LEC, que significa Leer, Escribir y Contar. La escuela del Hogar Social se transformó en Centro LEC en 2002. En el mismo centro tenemos también una escuela para niños con necesidades especiales que tiene como nombre “Escuela para todos” y una escuela para la promoción de la mujer, Escuela Nabad. Querría compartir brevemente nuestra forma de llevar consolación a este pueblo, ya que somos hermanas de la Consolata con el carisma de consolar a todos adondequiera que vayamos.
En el curso de este año escolar el equipo directivo de la Escuela LEC ha reflexionado sobre su actividad y se ha planteado esta pregunta: ‘¿Después de todos estos años, que hemos podido realmente aportar a estos jóvenes que se acercan cada mañana a nosotros?’. La reflexión nos ha permitido recordar a todos los antiguos alumnos del LEC para poder evaluar nuestra misión. En el mes de abril tuvimos nuestro primer reencuentro con todos los antiguos alumnos que han pasado por la LEC. Fue maravilloso y ha sido una alegría muy grande para nosotros, la familia de la Consolata, recibir y ver cómo numerosos jóvenes afluían hacia nuestra escuela y saber por su testimonio que gracias a la LEC se han convertido en los que son. La mayoría se ha referido a nuestra escuela como la clave de su educación.
La escuela LEC acoge a todo tipo de alumnos que han perdido la oportunidad de estudiar, sea porque han dejado la edad escolar, sea porque son de familias muy humildes que nos pueden mantener a sus hijos en la escuela pública debido al coste de los materiales escolares.
Es una gran alegría para nosotras el haber podido aportar consuelo a estos jóvenes al darles una segunda oportunidad para estudiar. Su estancia en la LEC ha cambiado sus vidas. Tenemos la impresión que el Cristo de nuestras vidas se refleja en nuestras actividades cotidianas, y cuando damos testimonio de Cristo en nosotros es cuando vemos el rostro sonriente de jóvenes determinados a estudiar.
Hasta ahora, hemos tenido un buen número de alumnos que han ido al instituto y a la universidad y otros que ya trabajan y viven bien con sus familias.
A la escuela de costura, reabierta en 2014, tras años de cierre, le pusimos el nombre de Escuela Nabad, que quiere decir Paz. Ayudamos a chicas y mujeres a ser las buenas madres del mañana. Es nuestro principal objetivo. Al darles esta formación, estamos seguras de tener buenas madres y portadoras de paz en su familia y en la sociedad. En la Escuela Nabad, la formación dura dos años y al final las estudiantes dominan la máquina de coser. Proponemos también labores como el ganchillo. Este año académico, 20 muchachas jóvenes han terminado su formación y son capaces de trabajar de manera independiente. Agradecemos a Dios por el apoyo que nos ha dado este año.
Los niños que tienen necesidades especiales son la pupila de nuestros ojos. Agradecemos a Dios que se nos manifieste de esta manera tan especial. En nuestro establecimiento tenemos 14 niños con estas necesidades especiales. Se sienten aceptados, amados entre otros niños. Cada mañana, tienen la oportunidad de despertarse e ir a la escuela como cualquier otro niño. El “Consuelo”, una palabra muy larga, que puede aplicarse y vivirse de diferentes formas. Para nosotras el consuelo en esta realidad significa dar seguridad, esperanza y alegría a estos niños y estamos felices de hacerlo lo mejor que podemos para vivir nuestro carisma aquí en Djibuti”.