OMPRESS-ETIOPÍA (28-03-23) En el vicariato apostólico de Harar, en el este de Etiopía, la Iglesia tiene abierto el “Hogar de ancianos y leprosos”. Como explica el obispo de Harar, el misionero italiano Angelo Pagano, este hogar es una referencia para todos los pueblos cercanos. Etiopía es uno de los de 22 países del mundo en los que la lepra aún es endémica. Se ofrece hospitalidad, asistencia sanitaria, alimentación y vestido, en definitiva, se dan respuestas concretas a las necesidades primarias de estos necesitados, además de proporcionar alimentos a sus familias.

Para ayudar a este hogar, informaba SIR, la agencia de noticias de las Conferencia Episcopal Italiana, durante la Semana Santa y la Pascua el Centro Misionero de los frailes capuchinos en Milán hará una especial recaudación de fondos. La familia capuchina lleva ya treinta años manteniendo esta casa hogar, que está ubicada en la misión de San Antonio de Harar. El alma mater de la misma es la hermana Irene, de la Orden de las Capuchinas de Santa Francesca Rubatto, también ella italiana, que lleva en Etiopía 54 años y que, desde hace 10, se dedica casi a las víctimas de esta terrible enfermedad.

Los enfermos son mujeres, hombres y niños de todas las edades, que viven en condiciones de extrema pobreza y aislamiento. En este momento hay 5 ancianos residentes, y cada huésped tiene su propia habitación. La estructura está equipada con cocina y baños y los pacientes internos utilizan la clínica cercana para atención médica, también administrada por las hermanas capuchinas. Los leprosos que no pueden ir al dispensario son atendidos en sus propias casas y los enfermos graves son trasladados al hospital de Besidimo, a 25 km de Harar, también a cargo del vicariato apostólico.

Desde el vicariato explican la dificultad de ayudar a muchos de estos enfermos: “Los leprosos son generalmente muy pobres y no se dejan ayudar fácilmente porque quieren tener libertad para ir a mendigar. Por eso, se les pide una aportación mínima de 20 birr (0,30 euros) para el tratamiento, porque de lo contrario, si no se responsabilizan, dejarán de tomar los medicamentos cuando empiecen a mejorar”. En 2019, se notificaron 3.393 nuevos casos de lepra en Etiopía.