Un santuario a la Virgen que parece una iglesia, un templo y una mezquita
- On 30 de enero de 2023
OMPRESS-INDONESIA (30-01-23) Así es como describen el Santuario mariano “Graha Maria Annai Velangkanni” en Medan, la capital de la provincia de Sumatra del Norte, en Indonesia. Es fruto de la labor de un misionero jesuita indio, el padre James Bharataputra. Radio Veritas Asia le ha dedicado un reportaje al santuario y al misionero. Y es que en la Iglesia de Indonesia, el padre James, de 84 años, es conocido como el fundador, iniciador y todavía rector de este Santuario mariano, único en este país, de mayoría musulmana.
Nacido en 1938 cerca de Madurai, en la India, el padre James entró en la Compañía de Jesús en 1957. Deseaba ser misionero en el extranjero, por lo que en 1966 fue enviado a Yogyakarta, Indonesia, para completar sus estudios teológicos. Tras su ordenación en 1970, el entonces arzobispo de Medan, el religioso capuchino Van den Hurk, le pidió que brindara atención pastoral a una pequeña comunidad católica local de habla tamil. Desde 1972 hasta hoy, ha servido en diferentes comunidades en Medan. Desde 1989 tiene la nacionalidad indonesia. En estas cinco décadas pasadas en la isla de Sumatra, ha tenido que afrontar la hostilidad de la mayoría musulmana, además de luchar por impulsar el desarrollo y bienestar de la comunidad tamil.
El proyecto del Santuario comenzó en el 2000 y se completó en 2005. “Graha Maria Annai Velangkanni” es la advocación india de Nuestra Señora de la Salud –“Madre de los Sanadores”–, y tiene un diseño indo-mogol que hace que el edificio parezca una iglesia, un templo y una mezquita a la vez. Graha significa casa, lugar sagrado o templo en sánscrito. El verdadero motivo de la construcción de este santuario, dice el padre James, fue que “quería que María realizara milagros aquí en Medan, como lo ha hecho en Vailankanni en la India durante más de tres siglos, atrayendo a personas de todos los ámbitos de la vida y dándoles a conocer a su hijo Jesús, para que lo amen y lo sigan”. Quiso que fuera una Iglesia “única”, en la que los católicos pudieran fortalecer su fe y los no católicos experimentar y aprender sobre otras religiones, en un entorno donde su fe también esté representada en alguna característica del edificio. Se puede además seguir la historia de la salvación y las enseñanzas de la Iglesia a través de sus formas, símbolos, ornamentos, esculturas y pinturas.
El jesuita Ignatius Jesudasan, compañero del misionero, explicaba que “el Santuario Mariano es la culminación del trabajo misionero del padre James en Indonesia”. Y añadía que su “diseño arquitectónico refleja la contemplación de San Ignacio en sus Ejercicios Espirituales sobre el Misterio de la Encarnación. El santuario combina el uso pastoral como salón comunal, en la planta sótano; culto y adoración, en el planta intermedia; y la contemplación artística de los misterios histórico-religiosos en la última planta”.
“Pensé que un santuario atraería a viajeros de todos los orígenes y los ayudaría a encontrar a Dios. Los santuarios recuerdan a los peregrinos que todos son hijos de Dios”, recordaba el padre James, que tiene la visión de hacer de Graha Maria un lugar al que todas las personas de todas las razas y religiones, ricos o pobres, puedan llamar “hogar”, don buscar paz, consuelo, sanación y, sobre todo, a Dios.