Un futuro para 28 niñas tailandesas
- On 7 de diciembre de 2022
OMPRESS-TAILANDIA (7-12-22) La misionera María Teresa Gómez, escribe desde su misión en Tailandia. Religiosa de la Congregación de Santo Domingo, su comunidad tiene a su cargo la Casa Hogar Nuestra Señora del Rosario, en Udon Thani, donde acogen a niñas de familias de escasos recursos económicos y en situación de desamparo, dándoles cariño, un hogar y la esperanza de un futuro digno.
“Os informo que este curso 2022-23 tenemos acogidas en nuestra Casa Hogar Nuestra Señora del Rosario, a 23 niñas procedentes de familias, de pocos recursos económicos, de la provincia de Udon Thani. Les facilitamos estudiar en buenos colegios para que puedan, al finalizar sus estudios, tener un futuro mejor ellas y sus familias. Estudian Primaria 7 niñas, 15 chicas estudian Bachillerato y 1 chica estudia en el Instituto Tecnológico. Además, seguimos ayudando a 3 chicas que estudian en la Universidad y ya viven fuera de nuestra Casa Hogar y a 2 que estudian bachillerato y viven con sus familias. Un total de 28 chicas. Os compartimos la alegría de que 3 de nuestras chicas finalizaron ya los estudios universitarios.
En nuestra Casa Hogar les proporcionamos una buena formación integral como deseaba nuestra Fundadora, Venerable Madre Teresa Titos Garzón: ‘formación de la inteligencia, del corazón, de las manos, unida a una sólida formación cristiana’. Para ello las formamos en el conocimiento y vivencia del Evangelio, en la oración, les ayudamos a ser responsables en los estudios, a ser colaboradoras de sus compañeras, a limpiar los espacios de la casa ocupados por ellas, a hacer la comida, a coser, a realizar trabajos manuales, a ejercitarse en el deporte, ayudar a personas necesitadas, y a colaborar con danzas tailandesas en algunas de las fiestas en las parroquias de nuestra diócesis. En el comienzo del curso y del segundo semestre, así como al final del curso, reunimos a sus familias para darles información sobre los objetivos de la Casa Hogar y sobre sus hijas.
Toda esta tarea misionera es posible, gracias a vuestra colaboración económica con esta misión, a través de la cual sois también misioneros y misioneras junto con nosotras. Os agrademos de corazón vuestra ayuda solidaria y pedimos a diario a Dios, que bendiga a vuestras familias”.